Si se habla de la serie de Netflix The Crown, no puede pasarse por alto la investigación que llevó la recreación de las impresionantes locaciones.
Por Clarín
La tarea no fue fácil. Implicó una investigación muy meticulosa, la realización más detallista y también un trabajo casi de espía.
Esa última e inesperada condición fue revelada por el diseñador de producción de la serie, Martin Childs, al diario The Times.
De acuerdo a esa nota que tomó el sitio Vanitatis, Childs tuvo que agudizar su ingenio y usar todos los recursos a su alcance para obtener la información necesaria para la réplica de los espacios en la ficción.
Ante la negativa de permisos para acceder a los lugares de la monarquía y la evidente postura de Casa Real de no contribuir con los creadores de la serie en su labor, fue por una vía alternativa.
Como dice la nota de Vanitatis, tomó cartas en el asunto, se hizo pasar por un turista y accedió a la visita pública al palacio de Buckingham, la residencia de la reina Isabel y el príncipe Felipe de Edimburgo, ubicada en Londres.
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