Descubrieron el origen de las misteriosas muertes de águilas calvas en Estados Unidos

Descubrieron el origen de las misteriosas muertes de águilas calvas en Estados Unidos

Imagen ilustrativa. Pixabay / PublicDomain Pictures

 

Un grupo de científicos ha descubierto el origen de las misteriosas muertes de águilas calvas (Haliaeetus leucocephalus),que han sido documentadas con frecuencia en Georgia, Carolina del Sur y Carolina del Norte a lo largo de las tres últimas décadas, según SciTechDaily.

Por RT 

Detrás de este fenómeno no hay cazadores furtivos ni depredadores, sino una sustancia química, probablemente un producto resultante de la actividad humana, concluyen los investigadores.

Las muertes de estas majestuosas aves, consideradas como el símbolo de EE.UU., al igual que las de otros pájaros marinos, tortugas, salamandras o peces, se atribuyen a una enfermedad neurológica que se tradujo en la formación de agujeros en la materia blanca de sus cerebros.

El estudio, que se prolongó durante varios años, descubrió en un lago artificial de Arkansas una acumulación de cianobacterias desconocidas hasta la fecha que pueden ser dañinas o incluso fatales, dependiendo de sus compuestos tóxicos.

Estos organismos se formaron en un nuevo tipo de algas verdiazules que han proliferado de algún modo en el medio ambiente, creciendo en la hierba Hydrilla invasora, una especie de sustrato o caldo de cultivo para estas bacterias letales.

Las cianobacterias han sido denominado Aetokthonos hydrillicola, que significa ‘asesino de águilas que crece en Hydrilla’.

Por otra parte, este cóctel mortal también representa un peligro para los humanos, dado que la neurotoxina se acumula en la cadena alimenticia y es capaz de infectar a personas que se alimentan de peces de las vías fluviales colonizadas por los estos organismos invasores.

La exposición de esta cianobacteria al bromuro, típicamente de origen antropogénico, “resultó en la producción de una neurotoxina que causa neuropatía en los animales que se alimentan de las plantas y también se bioacumula para matar depredadores como las águilas calvas”, reza el estudio publicado en la revista Science.

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