EEUU negará recursos a dictaduras de Venezuela, Nicaragua y Cuba por vulnerar DDHH

EEUU negará recursos a dictaduras de Venezuela, Nicaragua y Cuba por vulnerar DDHH

De izquierda a derecha, Daniel Ortega (Nicaragua), Nicolás Maduro (Venezuela) y Miguel Díaz-Canel (Cuba), junto al por entonces aún presidente de Bolivia, Evo Morales, en una cumbre celebrada en La Habana. REUTERS

 

 

Estados Unidos, que ha sido muy crítico con la situación en Nicaragua, Venezuela y Cuba, se reafirma en su posición de “no dar dinero” a las dictaduras de esos países por tratarse de “regímenes autoritarios y corruptos” en los que se vulneran los derechos humanos.

Por Antoni Belchi | Voz de América

“Queremos apoyar a la sociedad civil, queremos apoyar a las organizaciones no gubernamentales, no queremos apoyar a estos regímenes autoritarios y corruptos”, dijo Namita Biggins, portavoz en español del Departamento de Estado de EE. UU., durante una entrevista con la Voz de América.

El secretario de Estado, Antony Blinken, presentó el martes el 45º Informe Anual sobre Derechos Humanos en todo el mundo. El documento, que hace un exhaustivo análisis de la situación sobre limitaciones de libertades de los 198 países miembros de las Naciones Unidas, también pone el foco en tres países de América Latina: Nicaragua, Venezuela y Cuba.

Biggins señaló que en esas tres naciones de la región sur del continente “se han dado informes continuos de abusos policiales, de detenciones arbitrarias, incidentes de tortura, ejecuciones extrajudiciales y un uso excesivo de la fuerza”.

Instan a una reforma electoral en Nicaragua

En el caso del país centroamericano, con Daniel Ortega en el poder, Estados Unidos alerta que “el gobierno de Nicaragua no ha emprendido una reforma electoral y prefiere oprimir a la oposición pro democracia”.

Ante esta situación, el ejecutivo estadounidense ha instado a Ortega a implementar de forma urgente las bases para que haya una reforma electoral cuanto antes con el objetivo de celebrar comicios libres y transparentes.

“Por nuestra parte, queremos que el gobierno de Nicaragua implemente las medidas delineadas en la resolución de la OEA de 2020 para que haya una reforma electoral antes de mayo de este año para tener elecciones libres”, señaló la portavoz en declaraciones a la VOA.

La Casa Blanca, sin embargo, sigue muy vigilante a lo que ocurre no solo en Nicaragua sino en otros países de Centroamérica en los que también se podrían dar flagrantes casos de vulneración de derechos humanos.

“Nos preocupan mucho los abusos de derechos humanos y el desmantelamiento de la democracia en Nicaragua y cómo eso puede afectar a la región”, agregó.

“En Venezuela hay impunidad total”

En Venezuela, con el país sufriendo la peor crisis humanitaria, política, económica y, ahora, sanitaria, también han saltado todas las alarmas. Biggins denunció que en Venezuela “no existe la libertad de expresión, como tampoco existe en Cuba y Nicaragua, verdaderamente”.

En ese sentido subrayó la difícil situación en la que viven muchos medios y periodistas independientes a los que desde el Palacio de Miraflores se les intenta silenciar con acciones represivas.

En el informe anual también se pone de manifiesto, al igual que en los otros dos países, que en Venezuela tampoco “existen elecciones libres y justas”. “Existe una impunidad total, nadie está responsabilizando a estos perpetradores de abusos de derechos humanos”, dijo.

Cuba, la “influencia maligna” en América Latina

Sobre Cuba -país al que se refirió como “la influencia maligna” en América Latina, que ha conseguido penetrar en Nicaragua y Venezuela- alertó que la situación “es deplorable y que sigue deteriorándose”.

“Además en Cuba hemos visto la restricción de circulación no solo dentro del país sino también del derecho a salir del país. Los cubanos están luchando por sus derechos humanos y por su dignidad”, manifestó Biggins.

La “excusa” de la pandemia

El gobierno de Estados Unidos considera que algunas naciones alrededor del mundo se han aprovechado de la situación de la pandemia para extralimitarse a la hora de poner restricciones al acceso a la información, a la libertad de movimiento y otras cuestiones que, según el ejecutivo norteamericano, vulneran los derechos humanos.

“Lo que hemos visto a nivel mundial es que regímenes autoritarios están usando la pandemia como excusa para aún más restringir la libertad de expresión y la libertad de expresión de los medios”, remarcó.

Con todo, este informe sobre derechos humanos pretende “arrojar luz sobre lo que está pasando en estos países” y “dar voz a los que no tienen voz”. “Estados Unidos seguirá apoyando a los defensores de derechos humanos, a los activistas, artistas, periodistas, todos lo que están luchando por los derechos humanos y por su dignidad”, enfatizó.

¿Más dinero a los más vulnerables en DD.HH.?

Este informe, que se tiene que elaborar según la legislación estadounidense, sirve de guía al Congreso que es el que tiene que aprobar las partidas presupuestarias que se destinan en paquetes de ayuda para otros países.

El presidente Joe Biden ha asegurado que su política exterior priorizará la preservación de los derechos humanos, aunque por el momento se desconoce si organismos no gubernamentales y otras instituciones con presencia en los países con más vulnerabilidades serán los que recibirán más dinero.

“No voy a especular sobre qué medidas, acciones o cuánto dinero el Congreso o el Poder Ejecutivo puede dar a estos países. Lo que sí que quiero confirmar es que estos informes son muy importantes para formular nuestra política exterior y para tomar decisiones”, subrayó.

Los derechos humanos: la prioridad en política exterior

Estados Unidos insiste en que “los derechos humanos son el centro de la política exterior del gobierno Biden-Harris”.

“Queremos liderar con el poder de nuestro ejemplo. Vamos a seguir apoyando a los defensores de los derechos humanos y los derechos humanos van a ser parte de cada conversación, cada reunión, y vamos a seguir trabajando a nivel multilateral con nuestros socios y aliados para que haya una diferencia”, finalizó la vocera en español de la Casa Blanca, Namita Biggins.

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