Viendo una caricatura en uno de los grupos del que soy parte, dos niños venezolanos observan detenidamente el ocaso de un día, dónde en el centro, el sol se hunde en el horizonte con una silueta del mapa de Venezuela, en una playa cualquiera de nuestro país. El niño afirma a su compañerita: ¡Veremos un nuevo amanecer! y ella contesta: si todos nos sumamos lo veremos.
Lo anterior me llevó a realizar este escrito, porque creo fielmente que es así, estoy convencido que el trabajo de todos, remando hacia una misma orilla nos permitirá reencontramos con la patria que merecemos, con ese país por el que nunca debemos dejar de soñar, hasta alcanzarlo.
No es fácil lo que nos ha tocado a los venezolanos, tener años luchando contra un régimen sin ningún tipo de escrúpulos y sin temor a Dios. Ahora para completar la crisis, se nos une esta pandemia letal que restringe nuestra circulación y disminuye nuestras capacidades de acción política, pero debemos levantarnos ante tanta adversidad.
Tenemos la certeza que estamos encausados por el sendero del bien y no debemos desmayar en nuestra lucha por rescatar de las garras de la opresión a nuestra Venezuela amada; cada quien desde su trinchera, desde sus propios espacios, poniedo su grano de arena, sumando nuestros mejores esfuerzos, para ver hechos realidad los sueños de Libertad y Democracia por los que nuestros padres fundadores libraron gestas heroicas recordadas por el mundo entero.
Los mismos sueños por los que lucharon los padres de la democracia hasta conquistarla, los mismos sueños que llenaron de mártires las calles de este país convulsionado en los años recientes, dónde nuestros jóvenes dieron su vida en su búsqueda. Esos sueños están en nuestros genes, somos un país que nació para ser libre y vivir en democracia.
Sin embargo, para ello es necesario dejar a un lado las mezquindades, los agravios, los malos entendidos, y abrir nuestros corazones y colocar la mejor voluntad de servicio para conseguirlo. Son tiempos muy difíciles, pero debemos unir voces, clamar por el entendimiento y accionar con firmeza pero con sentido común para llegar a dónde queremos: un país de libertades, de consensos, de progreso, de virtudes que nos permita, hacer que los sueños de nuestros hijos, nuestros nietos y de nosotros mismos se logren materializar.
Hago un llamado respetuoso a la sindéresis política, estamos en una hora crucial dónde debemos aunar esfuerzos para poder avanzar por derroteros que nos permitan, de una vez por todas deslastrarnos de un régimen que lo único que ha hecho es hundir al país en la miseria y el dolor.
Demos ejemplo de unión política y ciudadana, vamos a escucharnos sin prejuicios, lo hemos hecho en otras oportunidades, hagamos el esfuerzo, el país lo requiere y Guacara lo necesita con urgencia.
Luis Beltrán Lara Castillo