Candidato del minoritario partido de izquierda radical Perú Libre, ganó protagonismo en los debates electorales y es uno de los siete postulantes, de un total de 18, con opciones de pasar a la decisiva segunda vuelta, según los sondeos.
Con sombrero blanco típico de su natal Cajamarca, el maestro de escuela Pedro Castillo aspira a dar la sorpresa en los comicios de Perú, tras salir del anonimato en 2017 al encabezar una larga huelga del magisterio.
Profesor de 51 años, dirigió a miles de colegas en una huelga nacional que se prolongó por casi 80 días entre junio y septiembre de 2017, en demanda de aumento salarial y la derogación de un cuestionado sistema de evaluación de los docentes.
El paro dejó sin clases a 3,5 millones de alumnos de escuelas públicas de todo el país y arrinconó al entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien se negó inicialmente a dialogar con los huelguistas hasta que cedió y accedió a la mayoría de demandas, excepto la de terminar con el sistema de evaluación.
En un intento por deslegitimar la protesta, el ministro del Interior de la época, Carlos Basombrío, dijo que los líderes del magisterio estaban ligados al Movadef, el brazo político de la derrotada guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, grupo ilegal considerado “terrorista” en Perú.
“Rechazo categóricamente las denuncias”, replicó Castillo, quien había integrado en la región norteña de Cajamarca las “rondas campesinas” armadas que resistían a las incursiones de Sendero Luminoso en los duros días del conflicto interno (1980-2000).
– Cambios, no reformas –
“Planeamos cambios, no parches o reformas como otros candidatos de izquierda”, afirmó Castillo al canal de la televisión pública.
La izquierda peruana llega dividida a los comicios con cuatro candidatos, entre ellos Verónika Mendoza y el excura católico Marco Arana.
La derecha tampoco compite unida, y acude con 10 aspirantes a la presidencia. Además hay tres nacionalistas y uno de centro.
La propuesta electoral de Perú Libre se basa en una tríada: salud, educación y agricultura. Esos son los sectores prioritarios donde se deben realizar cambios para impulsar el desarrollo del país, asegura Castillo.
También prevé convocar a una Asamblea Constituyente para elaborar en seis meses una nueva carta magna en reemplazo de la actual, promulgada en 1993, que privilegia un modelo económico de libre mercado.
En esta propuesta coincide con Verónika Mendoza y con el centroderechista Yonhy Lescano, que proponen también cambiar la Constitución de 1993, que es un legado del gobierno de derecha populista de Alberto Fujimori (1990-2000).
Castillo promete expulsar a los extranjeros que delincan, en tácita alusión a los migrantes venezolanos que llegaron desde 2017 en número superior al millón.
“(Daremos un) plazo de 72 horas a extranjeros ilegales para dejar el país, los que han venido a delinquir”, aseguró el candidato de Perú Libre.
– Recursos naturales –
El año pasado contrajo covid-19 (al igual que otros tres candidatos) y recorre pueblos en una caravana de autos cargando un lápiz gigante, símbolo de su campaña.
Castillo nació en Puña, un pueblo del distrito de Chota, en Cajamarca, donde vive y trabaja como maestro de una escuela rural desde hace 24 años.
Para combatir la inseguridad, propone que Perú se retire del Pacto de San José para restablecer la pena de muerte a los delincuentes.
Perú Libre es uno de los pocos partidos peruanos de izquierda que defiende al régimen del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
Castillo ha anunciado que, en caso de llegar al poder, Perú recuperará el control de sus riquezas energéticas y minerales, como el gas, el litio y el oro, ahora bajo control de multinacionales. Sin embargo no ha precisado cómo lo hará.
Aprovechó su experiencia como docente en los debates electorales por televisión, al dar respuestas claras y breves, pero sin ser lacónico.
AFP