Apenas hubo un ojo seco cuando los príncipes William y Harry siguieron lentamente el ataúd de su madre con la cabeza inclinada hacia el suelo.
Por Daily Star
Traducción libre de lapatilla.com
Los niños no solo estaban experimentando un dolor extraordinario por la muerte de su madre, la princesa Diana , sino que también tenían que soportar esta agonía frente al mundo.
A William y Harry se unieron en la procesión su padre, el príncipe Carlos, el abuelo, el príncipe Felipe, el duque de Edimburgo y su tío, el conde Spencer.
Los hermanos, de 12 y 15 años, no estaban seguros de si estaban preparados para realizar la importante tarea tras la muerte de Diana en un accidente automovilístico a la edad de 36 años en 1997.
Se dice que el príncipe Felipe estaba preocupado por el bienestar de sus nietos. En un gesto desgarrador, se ofreció a caminar el viaje desde el Palacio de Kensington hasta la Abadía de Westminster detrás del ataúd de Diana con ellos.
Al recordar una conferencia telefónica con el duque en el período previo al funeral, un ex director de relaciones con el gobierno le contó al Evening Standard: “Todos estábamos hablando sobre cómo William y Harry deberían estar involucrados y de repente escuchó la voz del Príncipe Felipe: Se trata de los niños. Han perdido a su madre, gritó Felipe“.
Se dice que el príncipe Felipe le prometió a sus nietos la noche anterior al funeral: “Caminaré si tú caminas”.
Y fue fiel a su palabra. Fue una gran fuente de apoyo para sus nietos en un momento de terrible tragedia.
Según la autora real, Ingrid Seward, el hermano de Diana creía que debería ser el único en caminar detrás del ataúd de su hermana, algo con lo que se dice que la familia real no estaba de acuerdo:
“En señal de respeto a una ex esposa y una madre fallecida, el príncipe Carlos quería caminar detrás del cortejo con William y Harry a su lado. Al principio, William se negó rotundamente. Carlos le suplicó y dijo que estaría completamente mal por su parte no acompañarlos.
El príncipe Felipe intervino en la discusión y finalmente William accedió a participar, pero solo con la condición de que su abuelo caminara a su lado”.
Según los informes, la relación de Diana con Philip se había vuelto amarga antes de su muerte y después de su divorcio de Carlo, pero William siempre había sido increíblemente cercano a su abuelo.
Seward agregó que “a Diana le había empezado a desagradar mucho el príncipe Felipe, y él a ella, pero el príncipe William era devoto del anciano.
Ahora, William quería a su abuelo a su lado en lo que seguramente sería el compromiso público más desgarrador que el joven había tenido que soportar”.
En 2017, el príncipe Harry aseguró que estaba “muy contento” de unirse al cortejo fúnebre después de decir anteriormente que era algo que a ningún niño “se le debería pedir que hiciera”.
El príncipe William también reveló que “no fue una decisión fácil” y que fue una “especie de decisión familiar colectiva” incluirlo a él y al príncipe Harry en la procesión fúnebre.
El duque de Cambridge recordó haber usado su flequillo como “manta de seguridad” durante la “caminata muy larga y solitaria”.
“Sentí que si miraba al piso y mi cabello caía sobre mi cara, nadie podía verme”, agregó William.
El príncipe explicó que tenía que encontrar el difícil equilibrio “entre ser yo el príncipe William y tener que aportar mi granito de arena, frente al William privado que solo quería entrar en una habitación y llorar, que había perdido a su madre”.
Mientras tanto, la Familia Real ha entrado ahora en ocho días de luto tras la muerte de Felipe.
El Palacio de Buckingham dijo en un comunicado el viernes: “Es con profundo pesar que Su Majestad la Reina ha anunciado la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. Su Alteza Real falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor. La Familia Real se une a personas de todo el mundo para lamentar su pérdida. Se harán más anuncios a su debido tiempo”.
Harry no quiere “nada más” que estar con la Reina tras muerte de su abuelo