Es rentable mantenerse alejado. La administración Biden está considerando enviar pagos en efectivo a los centroamericanos en un intento por evitar que emprendan el viaje hacia el norte mientras Estados Unidos lidia con la peor crisis de inmigración vista en 20 años, informó Reuters el viernes .
Por New York Post
El posible programa de transferencia de efectivo estaría dirigido a los residentes de Guatemala, Honduras y El Salvador, que representan la abrumadora mayoría de los migrantes que cruzan ilegalmente la frontera, dijo al medio Roberta Jacobson, coordinadora de la frontera sur de la Casa Blanca.
“Estamos analizando todas las opciones productivas para abordar tanto las razones económicas por las que las personas pueden estar migrando, como las razones de protección y seguridad”, dijo Jacobson al medio en una entrevista.
En marzo, agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos recogieron a casi 170.000 migrantes en la frontera sur, un aumento del 70 por ciento desde febrero y el total mensual más alto visto desde marzo de 2001, según muestran los datos.
Las cifras han aumentado constantemente desde principios de año y se atribuyen a una serie de factores. Incluyen la pandemia, los desastres naturales en esas regiones y una actitud más acogedora del presidente Biden, quien revocó una serie de estrictas políticas de inmigración establecidas por su predecesor.
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Las unidades locales de aplicación de la ley y los funcionarios públicos a lo largo de la frontera han criticado a Biden por no hacer lo suficiente para detener o prepararse para el aumento, que ha dejado a miles de niños no acompañados languideciendo bajo custodia federal a un costo reportado de $ 60 millones por semana .
La Casa Blanca espera que los pagos en efectivo aborden los problemas económicos que enfrentan los centroamericanos para que no sientan la necesidad de migrar, dijo el medio citando a un alto funcionario de la Casa Blanca que no ha sido identificado.
Jacobson, quien anunció el viernes que renunciará , no pudo explicar a Reuters cómo funcionaría el programa, pero dijo que puede “prometer” que “el gobierno de Estados Unidos no entregará dinero o cheques a la gente”.
La administración también está considerando un plan para enviar vacunas COVID-19 a países de América Central, que han tenido lanzamientos de vacunas extremadamente lentos. En Honduras y Guatemala, menos del uno por ciento de la población ha sido vacunada y en El Salvador, solo el 2.5 por ciento ha recibido la vacuna.
Jacobson dijo que la administración no ha tomado una decisión sobre si priorizar el envío de vacunas a los países del Triángulo Norte, pero dijo que Biden considerará cómo las vacunas podrían ayudar a las economías en dificultades de esos lugares.