Violeta García, una ingeniera venezolana de 57 años de edad, y su esposo, de 62 años, a quienes les dio covid-19, decidieron hospitalizarse en una clínica luego de que se hicieran una tomografía que evidenciaba daño pulmonar de consideración, los exámenes de sangre revelaran alternaciones y registraran una saturación de oxígeno inferior a 91.
Por Carlos Seijas Meneses / talcualdigital.com
«Dijimos: ‘Esto seguirá bajando’. Así que preferimos hospitalizarnos porque creímos que nos podríamos complicar si no atacábamos la enfermedad de manera inmediata. No teníamos necesidad de quedarnos hospitalizados en casa y pasar trabajo, pendientes de quién hace la comida, si teníamos un seguro que nos permitía ir a una clínica donde nos monitorearían todo el tiempo, te hacen exámenes de sangre cada 48 horas y si necesitan hacerte una tomografía simplemente bajas y te la hacen de inmediato», contó García a TalCual con frecuentes interrupciones en las que tosía.
En el Hospital de Clínicas Caracas estuvieron internados durante siete días, hasta el viernes 2 de abril. La compañía de seguro cubrió todos los gastos médicos, que fueron 22.000 dólares en total por ambos pacientes. García pagó 1.000 dólares aparte por el deducible.
«Nosotros entramos primero en cuidados intermedios y para pasar a una habitación había que aprobar el 100% del costo de la hospitalización. Luego nos aceptaron y pasamos a una habitación».
Pero para ahorrarse 22.000 dólares la familia García tiene que pagar anualmente 7.000 dólares, 583 dólares mensuales que no los tiene la mayoría de los venezolanos, quienes desde noviembre de 2017 sufren una severa crisis hiperinflacionaria que ha destruido su poder adquisitivo. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), 79,3% de los venezolanos no tienen ingresos suficientes ni siquiera para comer.
García forma parte del reducido grupo de venezolanos que cuenta con una póliza de seguro para afrontar la covid-19, en un momento en el que la mayoría no puede cubrir los costos de la medicina privada y depende del destartalado sistema de salud público. Antes de que llegara el coronavirus al país, buena parte de la población ya no podía costearse una operación, una consulta médica, un tratamiento o un simple examen de laboratorio.
El rubro salud, que incluye consultas, exámenes, medicamentos, radiografías, y tomografías, registró una inflación de 3.402,14% durante el primer año en pandemia en Venezuela (marzo 2020-marzo 2021), de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
La crisis hiperinflacionaria también pulverizó las coberturas de los seguros HCM (hospitalización, cirugía y maternidad) y prácticamente dejó como opción las pólizas en dólares, a las que solo una pequeña parte de los venezolanos tiene acceso.
De acuerdo con estimaciones de la Cámara de Aseguradores de Venezuela, apenas un 3% de la población venezolana está asegurada en empresas debidamente autorizadas para operar en la nación.
El proceso de empobrecimiento de buena parte de la población, que ha tenido que priorizar necesidades más urgentes e inmediatas como la alimentación y medicinas, y la migración de millones de venezolanos hicieron que el sector asegurador nacional perdiera por lo menos la mitad de su cartera de clientes.
En este contexto, ¿Qué están haciendo las empresas de seguros y en este contexto de pandemia?
«Empezaron a ofrecer la modalidad de pago fraccionado sin recargo», respondió a TalCual un corredor de seguros con 30 años de experiencia, quien solicitó el anonimato.
Antes los usuarios contrataban una póliza de seguro a través de una figura llamada inversor que le financiaba el costo y luego le cobraba con intereses. El asegurado no le debía dinero a la aseguradora sino a la inversora. Ahora, luego de un estudio de mercado para analizar el patrón de consumo de los venezolanos alterado por la crisis, los clientes pueden pagarle directamente a la compañía de seguros una prima mensual sin intereses. Los montos de las primas tienen pocas diferencias entre cada rango de edad, pero se acentúan a partir de los 50 años.
«Hace unos meses un grupo de corredores tuvimos una reunión en la que se nos dijo que el patrón de consumo del venezolano había cambiado y que, por ende, teníamos que adaptarnos a la nueva realidad. Mercantil Seguros, por ejemplo, sacó unas pólizas que van desde 10.000 hasta 200.000 con primas que se pueden pagar hasta de manera mensual para tratar de paliar la pérdida del poder adquisitivo del venezolano», dijo la fuente.
Por otro lado, una corredora de seguros, que solicitó el anonimato, señaló a este periódico que las compañías ya no indican a sus clientes que vayan a las clínicas en caso de tener problemas respiratorios leves, debido a que los centros de salud privados están saturados y hay mayores restricciones.
Explicó que a estos clientes que presentan una sintomatología básica que no representa ningún peligro reciben atención médica domiciliaria. «Un médico atiende al paciente, le manda a hacer los estudios correspondientes a través del servicio de atención médica primaria, luego le indican el tratamiento y se le hace seguimiento».
La corredora aseveró que los costos de las clínicas son tan elevados que algunas compañías no pueden cubrir los gastos en su totalidad. «Las coberturas de las pólizas se están quedando insuficientes ya que las clínicas cobran, aproximadamente, 5.000 dólares de hospitalización por día aun cuando el gobierno reguló los servicios médicos para casos de covid-19. El diferencial lo debe cubrir el asegurado en muchas ocasiones».
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