El doctor Anthony Fauci, principal epidemiólogo de la Casa Blanca, brindó una conferencia este martes luego de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) recomendara suspender temporalmente la vacunación con la fórmula de Johnson & Johnson contra el coronavirus tras registrarse seis casos de trombosis en el país.
“Ha habido 6 de los 6,85 millones de dosis, lo que supone menos de 1 entre un millón. Así que recuerden, esto es producto de un exceso de cautela”, manifestó el experto que sirvió durante la presidencia de Donald Trump y continúa ahora en funciones en la administración de Joe Biden.
Esta decisión adoptada por las autoridades sanitarias “permite que tanto la FDA como el CDC investiguen más a fondo estos casos para tratar de entender algunos detalles más sobre la historia de los individuos que estuvieron involucrados”, agregó Fauci.
Por su parte, indicó que la revisión que llevarán a cabo las agencias federales podrá durar “días o semanas”, no así meses.
Los reguladores sanitarios tendrán una reunión este miércoles para analizar los datos. “Hasta que ese proceso se complete, recomendamos esta pausa. Esto es importante para asegurar que la comunidad de proveedores de atención médica sea consciente del potencial de estos eventos adversos y pueda planificar debido al tratamiento único requerido con este tipo de coágulos de sangre”, indicó la FDA en un comunicado.
El organismo detalló que los seis casos detectados son de “un tipo raro y grave de coágulo sanguíneo en personas después de recibir la vacuna”, que hasta ahora son “extremadamente inusuales”.
Los canales de distribución federales, incluyendo los centros de vacunación masiva, dejarán de usar temporalmente el fármaco, y se espera que los estados y otros proveedores hagan lo mismo. Se trata de una medida de precaución para confirmar si hay o no vínculo entre la fórmula y los casos de trombosis.
Todos los casos detectados, en combinación con un bajo nivel de plaquetas, son de pacientes mujeres, de entre 18 y 48 años, y los síntomas se registraron entre seis y 13 días después de la vacunación. Una de las pacientes murió en Nebraska y otra está hospitalizada en condición crítica.
Los expertos indicaron que las personas que recibieron la vacuna de Johnson & Johnson en las últimas tres semanas, deben contactar a su médico si presentan alguno de los siguientes síntomas: dolores de cabeza, abdominal, en las piernas o dificultad para respirar.
Europa ha registrado situaciones similares de trombosis con la vacuna de Oxford/AstraZeneca. Hasta ahora, los investigadores no descartan una relación con la vacuna, posiblemente una reacción del sistema inmunológico, pero remarcaron que los beneficios de las dosis siguen siendo mayores a los riesgos, sobre todo en la población de adultos mayores. Días atrás, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) dijo que ya estaba investigando si había relación entre la vacuna de Johnson & Johnson con la formación coágulos, días antes de que comience a aplicarse en el Viejo Continente.
“Este anuncio no va a tener un impacto significativo en el plan de vacunación ya que la vacuna de Johnson & Johnson representa menos de un 5% de las inoculaciones en Estados Unidos hasta ahora”, indicó en un comunicado, Jeff Zients, coordinador del gobierno para la pandemia.
En el caso de sus vacunas, Pfizer y Moderna emplean ARN mensajero, que es una especie de código que la vacuna entrega a las células. Dicho código sirve como un manual de instrucciones para que el sistema inmune del vacunado aprenda a reconocer el coronavirus y lo ataque.
Los ensayos clínicos dieron un eficacia de la vacuna de J&J del 66% en la prevención de la enfermedad moderada o grave en la Fase 3 de una prueba clínica en Estados Unidos y del 85% en los casos más graves.
La de Pfizer es efectiva en el 95% de los casos, con una respuesta similar (94%) en casos de personas mayores de 65 años. Moderna ha presentado en Estados Unidos resultados de efectividad del 94,5%.
La vacuna de Johnson & Johnson ha sido autorizada en Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otros países.
Janssen Pharmaceutica, una división de Johnson & Johnson con sede en Bélgica, desarrolló la vacuna en colaboración con el israelí Beth Israel Deaconess Medical Center.