Durante años se ha hablado sobre la salud mental sus beneficios y como llevar una vida saludable afincada en el positivismo, pero ¿Qué sucede cuándo cambia el esquema de vida? ¿Es normal la ola de violencia que se ha observado en el mundo desde que llegó el Covid-19? ¿Cómo superar estas complicaciones?.
lapatilla.com | Katerín García
Primero debemos entender que la salud mental, no es mantener nuestro cerebro funcionando constantemente, estas dos palabras significan según la Organización Panamericana de la Salud “el bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, y en última instancia, el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación”.
La empresa de análisis de información global Elsevier aseguró en el 2017 que en la salud pública internacional no estaba contemplando el concepto siendo un fenómeno depresivo que va en aumento, ya que los individuos no controlan del todo su propia “paz” solo mantienen ocupadas sus vidas, dejando a un lado la necesidad de alimentar sus emociones correctamente.
En este sentido se ha logrado evidenciar alrededor del mundo la crecida de problemas sobre ansiedad, estrés y depresión, pues el “encierro” o “confinamiento” no ha sido solo físico, también se presenta de forma mental, sin tan siquiera un asomo de como combatirlo, ya que es la primera epidemia que se expande en cada rincón del mundo.
El portal de Forbes Colombia sostiene que para este 2021 el reto internacional es vivir una crisis de salud mental, por lo que refiere que se deben buscar los mecanismos, no solo públicamente, sino también en las empresas para que los empleados puedan tener un momento de bienestar y así fortalecer el capital psicológico en todas las áreas, explicación que dio la colombiana Blanca Mery Sánchez, máster en neurociencia aplicada al alto rendimiento y la felicidad.
La información que se distribuye en diferentes páginas digitales concluye que los países con mayor concentración del virus han presentado mayor índice de problemas de esta índole, por ejemplo en Córdoba, España la propia ciudadanía reconoció que salud física y mental es ahora peor que antes del estallido de la pandemia y el inicio del confinamiento y las restricciones de movilidad, esto se conoció tras una encuesta que realizó la Concejalía de Servicios Sociales y Salud, en la cual destacó que la mayoría de los encuestados revelaron sentimientos de pesimismo con respecto al presente y futuro.
A los problemas relacionados con la salud mental los especialistas los tratan bajo el concepto de “trastornos”, los cuales tiene derivados como Psicosis no afectiva, Depresión grave, Distimia, Trastorno por manía, Ansiedad generalizada, Trastorno por pánico, Agorafobia, Trastorno por estrés postraumático, Fobia social, Trastorno obsesivo-compulsivo; Cada uno de estos fue aumentando al menos un 15 % desde que comenzaron los confinamientos en 2020 hasta esta fecha del 2021 porcentaje que va en incremento.
Aquí vamos a responder nuestra primera pregunta ¿Qué sucede cuándo cambia el esquema de vida?
Claramente todo el ciclo diario que cada uno de nosotros llevábamos antes del Coronavirus cambio, todo se desaceleró y se concentró en un espacio, haciendo entender a todos los humanos, individualmente la posición que teníamos tras perder el ritmo, al principio era “genial” estar en casa, pero convivir solo o acompañado en un encierro no es sencillo, lo que ocasiona una reacción que si no es canalizada explota en esos “trastornos” antes mencionados.
En muchos casos incluso la hermeticidad que producen esos cambios (por no saberlos manejar) inducen no solo respuestas mentales, también acciones y actitudes muchas veces violentas que invaden a otras personas, es decir, en este caso el individuo se convierte en agresor, lo que responde nuestra segunda pregunta ¿Es normal la ola de violencia que se ha observado en el mundo desde que llegó el Covid-19?
Acnur en noviembre del 2020 publicó un artículo donde menciona “una mezcla letal de confinamiento, agravamiento de la pobreza y dificultades económicas está desatando una nueva ola de violencia contra las mujeres y las niñas refugiadas, desplazadas y apátridas”, mientras el portal DW indicó “La organización de ayuda a la infancia World Vision advierte que millones de niños de todo el mundo se enfrentan a la amenaza de la violencia debido al confinamiento por la crisis del coronavirus” asimismo Milenium sacó un promedio de 160 casos de violencia solo en Hidalgo, México y en sobre Argentina se registran según la Oficina de Violencia Doméstica la atención a 12.766 personas.
Entonces ¿Es normal este fenómeno? La psicóloga venezolana María Fernanda De Abreu dijo para lapatilla.com “Es lo que se comprende, pero no se excusa, un adulto debe hacerse responsable de sus emociones y buscar ayuda si no sabe cómo manejar una situación; Desde que llego la pandemia se han incrementado principalmente tres rasgos depresión por duelos, pérdidas y separaciones; ansiedad -trastornos de pánico, y violencia en adultos, adultos mayores e incluso mascotas”.
Abreu confirma lo que anteriormente describimos “La violencia es el resultado de una emoción mal gestionada con bases en el miedo, la pandemia rompió la fantasía de “estabilidad” cuando no sabemos cómo enfrentar nuestros sentimientos, cómo actuar y comportarnos ante el cambio lo esperado es la crisis por lo tanto lo qué hay en mi interior es lo exteriorizo”.
Ahora conociendo que es “normal” este tipo de reacciones ante un confinamiento sin fecha final ¿cómo puedes combatirlo? ¿Cómo superar estas complicaciones? Todo se resumen en una palabra, cultivar… De igual forma la psicóloga nos explicó:
Personalmente: Debemos aprender a consumir la información necesaria sobre la situación mundial, sin caer en la obsesividad por la “noticia” para evitar estrés, incertidumbre, miedo y ansiedad, así alejamos la posibilidad de somatizar un estado emocional negativo que baje el sistema inmune y nos haga más propensos a enfermarnos.
En necesario ocuparse en actividades de aprendizaje que nos distraigan y generen satisfacción; reforzar la creatividad para la búsqueda de nuevos ingresos, ya que este es un factor sumamente delicado, el mundo se mueve con dinero y sin dinero llegan las angustias, por lo tanto generar permite bajar esa ansiedad y transformarla en un aspecto positivo y de adaptación.
Socialmente: Es imperativo no ser eco de noticias innecesarias que puedan generar más que miedo y angustia, hay que asegurarse que la información compartida sea cierta y buscar el discernimiento ¿es verdaderamente necesario? ¿Qué causó en el otro al compartirlo?, también es importante Reforzar la empatía y solidaridad con el entorno que nos rodea de momento, amigos; vecinos, pareja, familia; enfatizar las relaciones de una manera segura no quebrantar las relaciones por las distancias o el estrés que puede generar esta situación.
Gubernamentalmente: Este aspecto es tomado en cuenta más por ONG que por el sistema-gobierno en el mundo, se deben activar campañas para la higiene mental con tanto énfasis e importancia como le dan al cuidado físico, si mi mente no está en salud mi cuerpo puede ser vulnerable a cualquier enfermedad.
De esta forma te hacemos una última pregunta ¿Cuidas tu salud mental?