El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ordenó colocar las banderas a media asta en los organismos oficiales por la masacre de Indianápolis. La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró además que el gobierno está “horrorizado” por el tiroteo que el jueves dejó al menos ocho muertos en Indianápolis (Indiana, EEUU), y subrayó la urgencia de que el Senado apruebe cuanto antes medidas para reforzar el control de armas.
Por Infobae
“Como todos ustedes, estamos horrorizados por el tiroteo. No podemos permitirnos esperar mientras se acaba con vidas inocentes. Hay muchas más cosas que podemos y debemos hacer”, dijo Psaki durante su rueda de prensa diaria.
La portavoz volvió a exigir al Senado que apruebe dos proyectos de ley que cerrarían los vacíos legales en el sistema de verificación de antecedentes de los compradores de armas.
Además, pidió que el Congreso elimine la inmunidad legal de los fabricantes de armas, que no pueden ser demandados en los tribunales por los daños que provocan sus productos.
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, también se refirió a la “tragedia” en Indiana durante unas breves declaraciones a la prensa al comienzo de su reunión con el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, de visita en Washington.
“Otra vez más tenemos familias en nuestro país que están de luto por la pérdida de sus familiares por la violencia armada. No hay ninguna duda de que esta violencia debe acabar, y estamos pensando en las familias que han perdido a sus seres queridos”, afirmó la vicepresidenta.
Harris añadió que el presidente estadounidense, Joe Biden, haría declaraciones sobre lo ocurrido en algún momento de este viernes.
Sobre las 23:00 hora local del jueves (03:00 del viernes GMT) un hombre armado abrió fuego a quemarropa en un almacén de la empresa de servicios postales FedEx, situado cerca del aeropuerto de Indianápolis.
Psaki recordó que ese ataque, que dejó ocho muertos y cuyo autor se suicidó después, “es el tercer tiroteo masivo que registra Indianápolis” en lo que va de año, lo que demuestra la urgencia de actuar sobre un tema que para el presidente “no debería ser partidista ni político”.