Las condiciones imposibles de Kanye West para firmar el divorcio de Kim Kardashian

Las condiciones imposibles de Kanye West para firmar el divorcio de Kim Kardashian

Foto archivo: EFE

 

No va a ser un divorcio fácil. No hay nada resuelto y la batalla legal acaba de comenzar. Aunque Kim Kardashian (43 años) actúa en las redes sociales con naturalidad, publicando esta semana distintas fotos con sus cuatro hijos (North, Chicago, Saint y Psalm West), el que fuera su marido estos últimos siete años, Kanye West (40 años), ha anunciado que el acuerdo no va a ser tan sencillo como se había dicho hasta ahora, incluso a pesar del contrato prematrimonial firmado por la pareja.

Por ABC

A comienzos de este año, Kim contrató a Laura Wesser, de una de las más prestigiosas abogadas de Los Ángeles, experta en divorcios, que envió al rapero las duras condiciones de la separación. Kanye ha contestado mes y medio más tarde con sus exigencias: pide la guardia y custodia compartida (dos semanas alternas para cada uno de los progenitores) y rechaza la petición de una pensión alimenticia para sus cuatro hijos, máxime ahora que Kim ha entrado en el selecto club de las milmillonarias. La pareja ha roto toda relación, hablándose a través de sus respectivos bufetes: al parecer, el cantante habría incluso cambiado de teléfono móvil para evitar que su ex se ponga en contacto con él.

El problema de la custodia compartida se agrava por la distancia entre los domicilios del padre (vive en una granja en el Estado de Wyoming) y de la madre (su residencia está fijada en Beverly Hills, California). Hasta ahora, ambos han resuelto la papeleta llevando a los niños en avión privado de un lugar a otro: unos 3.500 kilómetros para los mortales que viajamos en tren o coche.

En cuanto al acuerdo prematrimonial, las circunstancias económicas de la pareja han variado ostensiblemente desde que fuera firmado, lo que dificulta su ejecución: de los 100 millones que poseían en 2014, han pasado a amasar una fortuna que supera los 2.000 millones de euros. Y Kim es la más beneficiada de esta situación: su caché en el ‘reality’ (medio millón por capítulo, durante 20 temporadas) no ha sido precisamente lo que más dinero le ha reportado, pero sí la fama que necesitaba para construir un imperio en el que destaca la empresa KKW Beauty, que genera 100 millones de euros de beneficios anuales. El año pasado, Kim vendió el 20% de su participación a la multinacional Coty por 175 millones de euros.

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