El opositor ruso Alexéi Navalny, en huelga de hambre desde hace tres semanas, está “muy débil” y “no recibe” asistencia médica, según su abogada, que pudo visitarlo este martes en prisión y pidió que fuera trasladado a un hospital civil de Moscú.
“Está muy débil, casi no puede sentarse ni hablar”, dijo a los periodistas Olga Mijailova, explicando que “no recibe ayuda médica” apropiada en el hospital de cárcel y exigió su traslado. AFP