España ayudará a aliviar la escasez de vacunas contra el Covid-19 en buena parte de los países de América Latina con la donación de 7,5 millones de sus dosis durante este año, una distribución que llevará a cabo a partir de julio una vez que la mitad de la población española esté inmunizada.
El presidente del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, hizo este anuncio en la XXVII Cumbre Iberoamericana de Andorra, que estuvo marcada por la queja de buena parte de los mandatarios por el acaparamiento que los países más ricos están haciendo de las vacunas en detrimento de los que tienen menos recursos.
Los viales que se van a poner a disposición de Latinoamérica suponen entre el 5 y el 10 por ciento del total que España va a recibir de la Unión Europea (UE) durante 2021.
La meta que se ha marcado el Ejecutivo español es tener inmunizado al 70 por ciento de los 47 millones de su población a finales de agosto, cuando a día de hoy 3,6 millones ya han recibido la pauta completa.
El umbral de la mitad de españoles vacunados se alcanzaría en torno a julio, momento a partir del cual se empezaría a entregar el lote de 7,5 millones de dosis a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para que las reparta “según las necesidades de cada país”, precisó Sánchez.
“El Gobierno de España está profundamente comprometido con la región en la lucha contra la pandemia. Y el acceso a las vacunas debe ser equitativo y universal”, defendió el jefe del Ejecutivo español tras las críticas expresadas por diversos líderes en la cumbre por la falta de acceso a la inmunización.
La donación de España, que según Sánchez responde al compromiso “eterno” con Iberoamérica, fue aplaudida por países como República Dominicana, Honduras y Panamá.
España está empleando los viales de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, va a comenzar a hacerlo con los de Janssen (monodosis) y confía en que pronto se autoricen los de la alemana CureVac, lo que le permitirá ampliar paulatinamente sus recursos en las próximas semanas.
La ayuda se canalizará a través del mecanismo solidario internacional Covax, en el que participan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la UE.
En línea con la demanda de algunos socios iberoamericanos, el presidente español también se refirió al debate sobre la eliminación de las patentes de las vacunas.
A su juicio, los derechos de propiedad intelectual de estos antídotos “deben ayudar y no ser un freno” en la lucha contra el Covid-19.
Por ello, Sánchez se comprometió a impulsar esta discusión en el seno de la UE y de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para analizar las opciones que “permitan avanzar de la manera más eficaz y equitativa posible” en el asunto de las patentes.
Aunque intervino antes que Sánchez en el plenario, Felipe VI destacó su “orgullo” por la solidaridad que España ha tenido hacia sus socios iberoamericanos desde que estalló la crisis del coronavirus.
“Cuando en España estábamos atravesando los momentos más difíciles de la pandemia, siempre tuvimos muy presentes a nuestros hermanos iberoamericanos”, subrayó el rey.
Una solidaridad “mutua” reflejada a su vez en la “preocupación común” por facilitar el acceso a las vacunas y que llegue a las poblaciones más vulnerables.
Para Felipe VI, la crisis sanitaria que ha sacudido el mundo ha generado “dolor, dificultades e inquietudes”, pero también ha favorecido “la solidaridad, el coraje, el ejemplo y la voluntad de salir adelante”.
Esta cooperación reforzada es “lo que significa y debe representar la comunidad iberoamericana”, valoró el monarca, para quien los últimos meses han sido el periodo en el que ha habido una colaboración “más estrecha, intensa y cotidiana” en la región desde que se crearon las cumbres hace 30 años.
Felipe VI reivindicó el pasado común que une a España con los países iberoamericanos y ofreció “la firme voluntad” de propiciar “la búsqueda de consensos y soluciones” ante los nuevos retos.
La conmemoración este año de los bicentenarios de México, Perú y los países centroamericanos son, a juicio de don Felipe, una oportunidad para avanzar en ese objetivo.
“Queremos ser parte de ese ejercicio de conmemoración, rememorar el pasado y, sobre todo, compartir proyectos y retos de futuro”, remarcó el monarca, quien no aludió a la exigencia del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de que España pida perdón por la conquista hace cinco siglos.
Ni Sánchez, ni Felipe VI entraron al debate sobre la invitación a participar en la cumbre al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en vez de al líder opositor, Juan Guaidó, lo que propició el cruce de comentarios en favor de uno y otro por parte de distintos mandatarios.
En su balance de la reunión, celebrada de forma semipresencial, el presidente español valoró el llamamiento unánime para que América Latina disponga de financiación suficiente de organismos como el Fondo Monetario Internacional para poder hacer frente a una recuperación “incluyente y sostenible”.
También destacó la firma del convenio sobre movilidad de investigadores, empresarios, emprendedores y estudiantes de prácticas firmado por ocho países con el fin de promover el intercambio de conocimiento y la creación científica e intelectual.
EFE