Dos hombres fueron detenidos el viernes en Irlanda del Norte en el marco de la investigación iniciada tras el hallazgo de una bomba bajo el coche de una mujer policía, un acto reivindicado por el nuevo IRA, informó la policía.
Los dos hombres, de 26 y 36 años, fueron detenidos en Londonderry y están siendo interrogados por los investigadores, anunció el comisario Richard Campbell en un comunicado difundido en Twitter.
Descubierto el lunes, el artefacto, consistente en explosivos unidos a un recipiente con líquido inflamable, estaba diseñado para crear “una bola de fuego que habría engullido el coche y a cualquier persona que se encontrara en él o cerca de él”, precisó reiterando el llamamiento a los testigos lanzado a principios de semana.
“Los terroristas colocaron la bomba en la parte trasera del coche, justo donde se sienta la hija de tres años de la mujer policía”, dijo, denunciando un “acto cobarde y despreciable”.
El responsable policial consideró como una “pista importante” una reciente reivindicación hecha en nombre del Nuevo IRA, un grupo republicano disidente del desaparecido Ejército Republicano Irlandés (IRA).
En abril de 2019, el Nuevo IRA había admitido su responsabilidad en la muerte de la periodista Lyra McKee, que recibió un disparo mientras cubría disturbios en Londonderry. El grupo aseguró que su muerte fue accidental.
La bomba apareció bajo el vehículo de la mujer policía tras más de diez días de disturbios en esta provincia británica a principios de abril, en un contexto de tensiones exacerbadas por las consecuencias del Brexit.
Los enfrentamientos entre manifestantes y policía habían comenzado en zonas unionistas donde los partidarios de la corona británica consideran que los controles aduaneros impuestos tras el Brexit con la isla de Gran Bretaña los separan del resto del Reino Unido.
Los disturbios hicieron resurgir el fantasma de tres décadas de violencia entre republicanos católicos partidarios de la reunificación con la vecina República de Irlanda y unionistas protestantes.
El acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998 puso fin al conflicto, que dejó 3.500 muertos, pero siguen existiendo grupúsculos paramilitares activos.
AFP