Han pasado varias semanas desde que el portacontenedores Ever Given encalló en el Canal de Suez, bloqueando una de las rutas marítimas más transitadas del mundo, pero, aunque el mundo haya seguido adelante tras su desalojo, la pesadilla recién está empezando para los 25 ciudadanos indios que componen su tripulación.
Por infobae.com
Están atrapados a bordo del barco, actualmente amarrado en un lago artificial a lo largo de Suez. Son las desafortunadas víctimas de una disputa legal entre las autoridades egipcias y los propietarios y operadores del Ever Given. Las autoridades egipcias han incautado el barco porque la Autoridad del Canal de Suez, de propiedad estatal, exige al propietario japonés Shoei Kisen Kaisha Ltd. la friolera de 916 millones de dólares por daños y perjuicios.
Dado que la empresa ha optado por luchar contra la demanda, no está claro cuándo se permitirá desembarcar a la tripulación del barco… Podrían pasar años retenidos. Expresando su preocupación por la suerte de la tripulación, Abdulgani Serang, jefe del Sindicato Nacional de Marinos de la India (NUSI), declaró a The Guardian: “Son profesionales que no han tenido nada que ver con este incidente y no deberían ser retenidos como rehenes”.
Aunque resulte difícil concebir una realidad en la que los miembros de la tripulación de un barco queden varados o abandonados en él, la situación es sorprendentemente común y suele ser fruto de disputas salariales, problemas de gestión y propietarios que desaparecen. De hecho, según la Organización Marítima Internacional (OMI), que mantiene una base de datos de estos incidentes, hubo, al menos, 31 casos de abandono entre enero y agosto de 2020, en los que se vieron implicados 470 marinos. Desde 2004, la OMI ha registrado 438 casos de este tipo que afectan a más de 5.700 marinos.
Pero una operación de rescate que acaparó los titulares internacionales durante semanas se ha transformado ahora en una amarga disputa legal. La Autoridad del Canal de Suez (SCA), tras haber confiscado el buque, ha afirmado que se negará a dejar marchar a su tripulación hasta que se pague la totalidad de la suma.
UK P&I, la compañía de seguros marítimos que representa al buque de pabellón panameño, señaló: “El SCA no ha proporcionado una justificación detallada de esta reclamación extraordinariamente grande, que incluye un reclamo de 300 millones de dólares por una ‘prima de salvamento’ y otro de 300 millones de dólares por ‘pérdida de reputación’”.
La comunidad de seguros marítimos considera que la suma que reclama la SCA es enormemente exagerada, según informó anteriormente Lloyd’s list. En un editorial de opinión, la publicación marítima afirmaba: “Entre bastidores, la sensación es que la suma solicitada no es sólo tonta, sino simplemente escandalosa”.
Sin embargo, esto no dará tregua a la tripulación, que no puede hacer otra cosa que esperar una improbable resolución rápida del asunto. Con múltiples partes implicadas, desde corporaciones internacionales hasta compañías de seguros y agencias gubernamentales, la batalla legal que se avecina es compleja y, según se dice, podría durar varios años.
“Se sienten en una posición delicada y están comprensiblemente ansiosos por saber si podrán volver a casa como de costumbre cuando finalicen sus contratos, explica el comunicado de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF).
Es que los 25 marinos de Ever Given se enfrentan a antecedentes aterradores, como el caso de Mohammed Aisha, que pasó cuatro años atrapado solo en un barco en Egipto.
El sirio acababa de incorporarse al MV Aman como primer oficial en 2017 cuando fue retenido en Adabiya (Egipto), debido a que el equipo de seguridad y la certificación estaban caducados. Los propietarios del buque no podían recuperar el barco y sus contratistas se negaban a pagar.Un tribunal egipcio dictaminó que Aisha era el tutor legal del barco y él firmó la orden, pero se sorprendió cuando, unos meses más tarde, el resto de la tripulación comenzó a abandonar el barco, mientras que él tuvo que quedarse. Así comenzó un calvario de cuatro años, en el que Aisha acabó quedándose completamente solo en el barco.
Ya que estaba atrapado cerca cerca del Canal de Suez, de vez en cuando podía hablar con su hermano, otro marinero, pero ni siquiera pudo asistir al funeral de su madre cuando murió en 2018.
Tras años de defensa, finalmente pudo salir del barco. “¿Cómo me siento? Como si por fin hubiera salido de la cárcel”, afirmó.
Para los sindicatos, la desafortunada realidad es que, a pesar de que los marinos son esenciales para el buen funcionamiento del comercio mundial, sus derechos son ignorados en estos asuntos. “Los marinos no son una prioridad cuando hay un conflicto”, dijo Mohamed Arrachedi, coordinador ITF.
Representantes del sindicato lograron subir al Ever Guiven días atrás para comprobar el bienestar de su tripulación. Comprobaron que son 25 los marinos atrapados, ya que dos fueron liberados por “asuntos urgentes”, según habían informado las autoridades egipcias.
“Primero la pandemia y luego la crisis de cambio de tripulación pusieron la vida de los marinos patas arriba, especialmente cuando los gobiernos introdujeron restricciones generales de viaje y en las fronteras. Algunos marinos han quedado atrapados trabajando en los mismos buques durante más de un año después de sus contratos iniciales”, dijo Heindel.
“Deberíamos recordar que fueron los marinos los que mantuvieron al mundo en funcionamiento durante la peor de las crisis sanitarias y económicas a las que nos enfrentamos desde Covid. Muchos de esos marinos se sentirían, con razón, bastante enfadados si, después de todo su sacrificio, su profesión se asocia injustamente con un acontecimiento claramente ajeno a su voluntad”, añadió Heindel. “Es hora de tratar a los marinos como trabajadores clave con el respeto que merecen, y podemos empezar por conseguir que todos y cada uno de los miembros de la tripulación del Ever Given vuelvan a casa con sus familias al finalizar sus respectivos contratos”, agregó.
El Ever Given quedó encallado en el canal del 23 al 29 de marzo y ahora, casi un mes después, los 24 tripulantes siguen retenidos. Si la disputa judicial continua, podrían pasar años hasta que recuperen su libertad.
“Los marinos obtendrán apoyo legal y logístico a nivel local, nacional e internacional en forma solidaria. No están solos”, concluyen desde el sindicato indio.