En Venezuela existen cerca de 4 millones de personas, pocas más, pocas menos, probablemente, que están recibiendo mensualmente la asignación de pensión por vejez, pagada por el Gobierno nacional a través del Instituto Venezolano de Seguros Sociales, abreviado popularmente, como Seguro Social.
Por Humberto Contreras / lanacionweb.com
Muy recientemente, a mediados de marzo, el monto de la misma fue aumentado a un millón 800 mil bolívares, dado que el sueldo fue aumentado a la misma cantidad, y la Constitución dispone que el monto de la pensión de vejez, debe ser homologado con el salario mínimo establecido oficialmente para los trabajadores.
Con el precio que esta semana ha alcanzado la divisa norteamericana, de acuerdo con la información emitida por el Banco Central de Venezuela, de 2 millones 500 mil bolívares, el monto de la pensión no llega a un dólar: solo alcanza a 73 centavos. Y en el Táchira, donde la divisa de más circulación es el peso, el equivalente del monto mensual de la dádiva gubernamental, es de 2 mil 400 pesos colombianos
¿Para qué sirve la pensión?
Muchos abuelos, como normal y cariñosamente se les llama a los pensionados, por su edad promedio, si no viven solos, que es algo relativamente común, comparten con la familia la responsabilidad de contribuir para efectos de la alimentación y gastos del hogar. Otros comparten vida con sus parejas, a menudo también pensionadas, y con los dos ingresos se enfrentan a la vida.
Pero para ellos, la vida exige un poco más. No solo deben velar por su alimentación, algunos incluso deben pagar alquiler de habitación, por ejemplo, y los que tienen vehículo, cargan con los gastos de mantenimiento del mismo, incluyendo por supuesto, el más exigente: la gasolina, que acá en el Táchira es de medio dólar por litro, o, inexplicablemente, 1850 pesos.
Pero un gasto religiosamente mensual que deben afrontar los adultos mayores, es una condición natural devenida por la edad. Se trata de los medicamentos necesarios para el tratamiento de distintas enfermedades, como diabetes o hipertensión, las dos patologías más comunes de los “terceraedad”.
Así por ejemplo, una caja de Losartán Potásico, 30 pastillas para un mes, uno de los medicamentos más usados para controlar la hipertensión, cuesta hoy, cerca de 6 millones de bolívares en Venezuela. Una caja de Enalapryl, también para la hipertensión, al igual que la Hidroten, cuesta 15 millones.
Y otros medicamentos de uso frecuente, como acetaminofén, aspirina, ibuprofeno, y similares, pasan de un millón y medio de bolívares. Eso, evidentemente, muestra que la pensión no alcanza, y en especial cuando el beneficiario debe ir al banco a retirarla, porque el pasaje le quita, en bolívares, la mitad de lo que va a cobrar.