El enigma de la India: De tener la pandemia bajo control a batir el récord mundial de casos

El enigma de la India: De tener la pandemia bajo control a batir el récord mundial de casos

Empleados incineran el cuerpo de una víctima de COVID-19 en el terreno de un crematorio en Nueva Delhi, India, el 24 de abril de 2021. (REUTERS/Danish Siddiqui)

 

La India empezaba en febrero a ser un caso de estudio para epidemiólogos de todo el mundo por cómo había logrado bajar la curva de muertes y contagios de COVID-19, contra todos los pronósticos. A pesar de tener un sistema de salud precario, con algunas de las ciudades más densamente pobladas del planeta, en las que viven millones de personas hacinadas y sin posibilidad fáctica de cumplir con el aislamiento social, el país había pasado de rozar los 100.000 casos diarios en septiembre de 2020 a promediar 11.000, una caída cercana al 88 por ciento.

Una respuesta fácil sería atribuir la baja a una disminución de los testeos. Pero el derrumbe de la mortalidad había sido incluso más violento. De superar las 1.150 muertes por día pasó a sólo 89 a principios de febrero, 92% menos. En un país de 1.366 millones de habitantes, esos indicadores permitían decir que la pandemia estaba totalmente bajo control. Algunos pensaron que incluso superada.

Pero India consiguió desconcertar aún más a los expertos durante el último mes, cuando el Covid-19 estalló de una manera que no se había visto casi en ningún otro lugar. De una media móvil de 15.000 casos cada 24 horas en los primeros días de marzo, saltó a 297.000 esta semana, 1.880% más. El miércoles reportó 314.835 contagios, récord mundial desde que empezó la pandemia, superando los 300.310 registrados por Estados Unidos el 2 de enero.

La suba continúa, ya que el viernes fueron 346.786 casos. Es más de cuatro veces lo que están registrando Estados Unidos y Brasil, los otros dos países más afectados por la pandemia en números absolutos. Es cierto, ninguno es tan poblado como la India. Pero si se miran sus infecciones diarias por millón de habitantes (215), ya superó a la nación norteamericana y está muy cerca de la sudamericana (271).

Además, ninguna de las otras dos había experimentado una suba tan pronunciada en tan poco tiempo. Estados Unidos tardó cuatro meses en llegar al pico de su tercera ola, en enero. Brasil tardó tres meses en llegar al máximo de una media móvil de 77.000 casos, a fines de marzo. India, en cambio, en poco más de un mes pasó de estar muy por debajo de ambos a superarlos estrepitosamente.

Brasil experimentó un proceso similar con la mortalidad por COVID-19, que se triplicó entre mediados de febrero y principios de abril, cuando pasó de 1.000 a 3.000 por día, aunque en las últimas semanas descendió levemente, hasta 2.520. India está aún por debajo de ese nivel, pero el alza fue incluso más pronunciada, Las muertes se multiplicaron por 21: de una media móvil de 92 a una de 1.985.

Y la tendencia sigue siendo marcadamente ascendente: el viernes fueron 2.634 decesos. Nuevamente, cuando se miran los datos por habitante el panorama parece menos inquietante. Con 1,3 por millón está muy lejos de Brasil (11,8) e incluso está debajo de Estados Unidos (2,1). Pero lo que preocupa es la tendencia. Sobre todo, por la débil infraestructura hospitalaria del país, que se está viendo desbordada por la gran cantidad de enfermos en un plazo tan corto.

“Tras la propagación de las variantes británica y sudafricana en febrero de 2021, los casos de COVID-19 comenzaron a aumentar de nuevo”, explicó Azizah F. Siddiqui, investigadora del Instituto de Salud Global de la Universidad de Ginebra, consultada por Infobae. “Esto también coincidió con la relajación de las medidas sanitarias. Además, la concentración masiva de procesiones religiosas, así como campañas políticas que atrajeron a millones de espectadores en persona, pueden haber desempeñado un papel importante. Todavía no está claro si la variante de doble mutación de la India, la B.1.617, es más mortal que las demás. Pero con el aumento vertiginoso del número de casos diarios, el sistema de salud pública, ya agotado y con escasos fondos, resultó insuficiente para gestionar el creciente número de pacientes”.

 

El primer ministro de la India, Narendra Modi, se dirige a un grupo de seguidores antes de dar la bandera de la “Marcha Dandi”, o Marcha de la Sal, para celebrar el 75º aniversario de la Independencia de la India, el 12 de marzo de 2021 (REUTERS/Amit Dave/File Photo)

 

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