El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresó su preocupación por la muerte de al menos dos venezolanos luego de naufragar la embarcación frente a las costas venezolanas el pasado jueves.
“Las aguas del mar Caribe continúan cobrándose la vida de personas venezolanas”, dijo Eduardo Stein, Representante Especial Conjunto del ACNUR y la OIM para los Refugiados y Migrantes de Venezuela. “A medida que las condiciones en el país siguen deteriorándose, agravadas por la pandemia COVID-19, las personas venezolanas continúan emprendiendo viajes que ponen en peligro sus vidas”, dijo.
Stein aseguró que es necesaria una acción internacional inmediata y concertada para encontrar soluciones pragmáticas que pongan al frente de la respuesta el salvar vidas y la protección de los derechos humanos.
“El establecimiento de vías regulares y seguras, a través de visas humanitarias y la reunificación familiar, así como la puesta en marcha de sistemas de acceso sensibles a la protección y mecanismos de recepción adecuados, pueden evitar la utilización de rutas irregulares, el tráfico y la trata”, expresó.
La ACNUR y la OIM reiteraron su disposición de brindar apoyo y experiencia técnica para explorar soluciones prácticas que brinden vías regulares y sostenibles, teniendo en cuenta las medidas de la COVID-19.
“El ACNUR y la OIM, como colíderes de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), trabajan con al menos otros 24 socios y gobiernos de todo el Caribe para atender las necesidades de refugiados y migrantes en la subregión”, sentenció.
El pasado jueves, al menos 24 personas, entre ellos menores de edad, naufragaron en un barco que se dirigía a Trinidad y Tobago desde el estado Delta Amacuro. Se conoció que siete personas fueron rescatadas por embarcaciones comerciales venezolanas y se han recuperado tres cuerpos en el mar.