Valera.- El régimen venezolano ha estado a la vanguardia de un uso perverso de las tecnologías de la comunicación e información con su Carnet de la patria. El llamado a enrolarse en esa plataforma partidista para recibir alguna de las pocas vacunas contra covid -19 es la más reciente satrapía contra la dignidad humana.
La plataforma Patria intenta volverse un sistema disciplinario. No puede transformarse en un orwelliano sistema de crédito social como el chino porque nuestra digitalización es -y se proponen que sea- limitada.
La finalidad principal es condicionar a una población, arrojada con premeditación y alevosía a la pobreza, a que acepten entregar su información personal (un asunto que en la Era digital no debemos tomarnos a la ligera) a cambio de incentivos que en cualquier otro país son insignificantes (como bonificaciones de casi $1). Esta es servidumbre política de la más barata que algún tirano pueda desear.
Las estrategias de empadronamiento han sido varias. Desde obligar a todo el sector público a estar inscrito hasta arrinconar a los empleados del sector privado aprovechando crisis como la reforma monetaria del 2018 o de la falta de ingresos por la pandemia en 2020.
Los oscuros administradores de esta página que maneja recursos a discrecionalidad y sin dar la cara, apuestan a que cada crisis es una oportunidad para doblegar a los venezolanos con la necesidad.
Este régimen premia allí por hacer propaganda en Twitter y hasta juega con el azar en fechas del altar chavista como el intento de golpe el 4 de febrero.
Además, buscan recoger información íntima como cuántas personas están en casa, qué hacen, qué piensan y hasta si quieren participar en eventos del partido socialista.
Ahora el llamado es a un juego de lotería perverso con las vacunas. Si no están en el sistema (ya sea porque son parte de ese gran porcentaje de la población que no tiene acceso o porque simplemente no deseen inscribirse) entonces no hay derecho a la salud.
En lo que va de pandemia 468 muertes de personal sanitario ubican a Venezuela como el más mortal de los países de América para ellos.
Entonces, ¿por qué las cifras generales diarias del régimen no han variado mucho en los últimos siete meses? El subregistro de Venezuela es enorme, se está ocultando la muerte de la población así como ocultan los rostros de quienes manejan esa sistema perverso que se retroalimenta de cada crisis.
Andrés Anthonio Segovia Moreno, Coordinador de Vente Venezuela en el estado Trujillo. Licenciado Cum Laude en Comunicación Social ULA (2016), Diplomado en Gestión Pública de la ULA-Nurr (2016), Certificado en desarrollo de proyectos internacionales PMD Pro (2018), Miembro investigador y coordinador de Línea de investigación semiótica del cine del Laboratorio de Investigaciones Semióticas y Literarias (Lisyl-ULA) y estudiante de Maestría en Desarrollo Regional ULA-Nurr.