Para Lorena Rodríguez González su matrimonio será inolvidable. Fue el momento para confirmar su amor con el hombre de su vida después de un buen noviazgo. Pero quedará para siempre que en la celebración de la unión, en Cali, se coló un invitado indeseable, el virus del covid-19.
Lorena rememora que la pandemia del nuevo coronavirus se atravesó en sus planes de casarse a finales de marzo del año pasado. Sin embargo, la emergencia sanitaria solo aplazó la boda un año y el 20 de marzo de este año se celebró el matrimonio.
En la ceremonia cumplieron los protocolos, los novios y sus invitados usaron el tapabocas y guardaron distancia, pero en la recepción, que se realizó en un salón de eventos, quizás debido al entusiasmo del momento y al estar con familiares, buena parte de los 50 asistentes se relajaron, se retiraron las mascarillas, e incluso, algunos se abrazaron. Omitiendo las normas de bioseguridad.
Entre los invitados había personas procedentes de Barranquilla, pero la mayoría son de Cali. Alguno o varios asistentes, que no sabían que eran portadores del virus, causaron el contagio masivo.