Venezuela es el país más pobre de América, según el Fondo Monetario Internacional. Sí, el país con las mayores reservas de petróleo del mundo y la mayor cantidad de oro en Latinoamérica. La caída de su PIB acumulado es la peor a nivel mundial, y la tendencia empeora cada día.
La decadencia económica del país afecta a la población en diferentes maneras, siendo la más urgente la inseguridad alimentaria. Para dar una idea general acerca de la gravedad del problema, aquí una lista compacta de siete hechos esclarecedores:
1. Se necesitarían 182 salarios mínimos para alimentar a una familia en Venezuela.
2. El 80% de la población no puede pagar la canasta básica de alimentos.
3. La hiperinflación alcanzará el 5.500 por ciento este año, por lo que cada día es más difícil comprar comida.
4. Los mangos han desempeñado un papel importante en el alivio del hambre. Es común encontrarlos a lo largo de las carreteras y en la naturaleza.
5. Se necesitan unos 4 dólares al día para alimentar a alguien en Venezuela.
6. El 30% de los niños menores de 5 años están desnutridos.
7. La gente utiliza dólares estadounidenses para luchar contra la hiperinflación y poder comprar alimentos, pero los billetes son muy escasos.
Razones de esta inseguridad alimentaria
¿Por qué Venezuela, el país más rico en petróleo del mundo, se ha convertido en un foco de inseguridad alimentaria?
Una economía en decadencia y las sanciones internacionales provocadas por un narcogobierno han frenado la producción y las importaciones de alimentos, mientras la hiperinflación destruye lentamente el valor del bolívar, la moneda nacional. Los precios de los alimentos aumentaron un 1700% en 2020, y la tendencia es al alza.
Históricamente, el país dependía principalmente del petróleo, pero la agricultura seguía desempeñando un papel importante. Hoy en día, la producción agrícola está en un punto extremadamente bajo, especialmente en el área de las proteínas.
También escasea la gasolina, lo que dificulta y encarece el transporte de alimentos. Ahora es cada vez más normal que los alimentos se pudran porque no hay forma de transportarlos. Las semillas no llegan a su destino, y cuando lo hacen, los precios son desproporcionados con respecto a su valor normal.
El auge del dólar
En medio de la desesperación, la gente recurre a una moneda extranjera: el dólar estadounidense. Se calcula que cerca del 70% de las transacciones se realizan a través de él.
Este fenómeno presenta varios problemas, uno de los cuales es el hecho de que no hay suficientes billetes de dólar. Por ejemplo, si se recibe un billete de 20 dólares como pago, el vendedor puede dar como cambio una mezcla de dólares, bolívares y productos de poco valor.
Al final del día, cuatro de cada cinco venezolanos dicen no tener suficiente acceso a estas divisas y, por lo tanto, cambian directamente servicios por alimentos.
La importancia del apoyo internacional
Varias organizaciones internacionales se están tomando en serio el problema, y algunas locales también han hecho enormes esfuerzos para permitir la entrada de alimentos en el país. Aunque el gobierno venezolano bloqueó la ayuda alimentaria a finales del año pasado, hace pocos días permitieron que pasaran provisiones humanitarias.
Como ya se ha mencionado, alimentar adecuadamente a alguien en Venezuela cuesta cuatro dólares al día. Con un esfuerzo colectivo basado en pequeñas aportaciones individuales se pueden conseguir grandes cosas. Organizaciones como FUNDANA y Sopapati están haciendo un esfuerzo admirable por aliviar la situación.
Ahora más que nunca, el apoyo externo es inmensamente importante.
Instagram: @hechoslatinoamericanos