Marycarmen Sobrino una mujer guerrera, multifacética y con una gran pasión por su trabajo. Es periodista, locutora, actriz y animadora, comenzó su carrera en los años 80, convirtiéndose en el ancla de noticieros más joven del país durante sus inicios en la televisión. Poco tiempo después se estrenaría en la radio venezolana.
Por Analid Rojas | lapatilla.com
Alegre, dinámica y con una vitalidad incansable, es una profesional que no se detiene ante los obstáculos. Actualmente, las últimas generaciones la reconocen por su trabajo como animadora en los programas de televisión “Mujeres con historias y hombres también“ y “Cartas del Corazón“ junto a Laura Vieira. Más tarde, se inició en el teatro, gracias a una participación especial en “Amores de barra y algo más”; llegó a trabajar en las tablas junto al dramaturgo, Javier Vidal.
– Una dolorosa despedida –
“Fue muy doloroso, lloré muchísimo”, así describe Marycarmen el momento en que decidió salir de Venezuela.
La primera vez que pensó en irse del país fue en el 2002, tras los sucesos de abril y el regreso del fallecido presidente Hugo Chávez al poder, “había una lectura clara ahí”, explica. Su padre ya había partido físicamente, sin embargo, su madre no quería irse de Venezuela.
Luego de la muerte de su mamá, comenzó a considerar de nuevo la posibilidad de partir a otras tierras. Ya nada la ataba a este país, aunque todavía tiene familia en Venezuela, afirma que “mi ancla era mamá”. La determinación se volvió más clara cuando un cúmulo de hechos reafirmaron la lectura sobre lo que venía.
Sobrino tuvo que retirarse del programa de radio sobre denuncias de la comunidad por presiones del régimen a través de Conatel, “yo no culpo a las emisoras. Había una censura directa ante las denuncias que yo hacía en el programa de servicio ¡Qué Ciudad!, donde quedaba sentada la negligencia de las autoridades. En buena lead me retire”, aclara.
“Seguí haciendo televisión, era más un programa de entretenimiento pero de alguna manera también tendemos la mano y ayudamos a la gente. Eso me hacía sentir útil”, comenta Marycarmen. Sin embargo, la inseguridad del país la agobiaba. Vivió varios asaltos, no sólo en la calle, sino en su apartamento; aunque no se encontraba en su casa en ese momento “fue algo muy terrible para mí”, recuerda.
La crítica situación política tampoco ayudaba a la causa de Venezuela, las muertes de los jóvenes durante las protestas contra el régimen chavista fue muy duro para la animadora, “porque no podía hacer nada y no dependía de mí. No estaba en mis manos”, lamenta.
Para Marycarmen, la muerte de la actriz venezolana Mónica Spears a manos de la delincuencia en 2014 fue un evento que “me conmovió muchísimo, por cómo sucedieron los hechos”.
“Todos estos eventos me empujaban”, recalca Sobrino.
Así comenzó una exploración en la cual tenía que considerar que estaba a la mitad de su vida. Desde el cielo, dos ángeles abrieron las puertas a un nuevo mundo: Sus padres, ambos de nacionalidad española. Con la doble nacionalidad, Marycarmen comenzó a realizar los trámites para migrar a España. Además, “yo tenía a donde llegar. A diferencia de muchos venezolanos que tienen que salir y comenzar desde cero. Yo tengo familia aquí, además tenía que pensar en mi futuro”.
– Un año de duelo –
El 12 de septiembre de 2016 llegó a España, Marycarmen afirma que “el primer año fue el más difícil, como a todos los venezolanos que emigran, siempre es muy difícil”. Las dudas invadieron su mente con cada amanecer, “pensaba que me había equivocado y que tenía que retornar a mi terruño. Lloraba todos los días. Extrañaba el olor a Venezuela, al salitre de la playa y a la lluvia sobre El Ávila”.
En compañía de su mascota, una adorable perrita llamada “Chiqui” quien se convirtió en su soporte fundamental y terapéutico, la periodista se obligaba “a pisar tierra de nuevo” y repasar los motivos que la llevaron a buscar nuevos horizontes “me instale e hice mi hogar”.
– “Dejar todo atrás ” –
Marycarmen abandonó una carrera profesional de reconocimiento en Venezuela que forjó durante décadas, “no me iba a faltar trabajo en España pero sabía que no era una figura conocida y no tendría la posibilidad de hacer televisión. Por eso, me lo hice con calma, tenía que dejar atrás todo”. Sin embargo, no deja de insistir, “no he trabajado en televisión, aunque he presentado varios proyecto no han madurado. Es muy duro”.
La periodista no abandonará al público venezolano a pesar de la distancia, “me he reinventado con las redes sociales y en el mundo digital. Es un medio alternativo para mí pero me permite estar en contacto con mi gente”.
Con orgullo, presentó una serie de programas que llamó “Cuéntame tu historia“ que “no tuvieron pérdidas, ni ganancias; pero fue una gran satisfacción porque es lo que me hace feliz”. Agradece que no se haya visto en la necesidad de trabajar en otras cosas porque “ya había hecho unas inversiones. Pero si en algún momento me toca hacerlo, lo haré”.
Sobrino no ha emprendido un negocio propio en España porque “las leyes son diferentes y tener personal es muy costoso porque el sistema social sí funciona. Sistema social del que estoy agradecida porque me atendieron muy bien cuando me torcí el pie y muchos venezolanos han sido atendidos en este sistema social”.
– Como pez en el agua –
Cuando le toca hablar sobre el proceso de adaptación a una cultura diferente, Marycarmen recuerda que viene de “una familia de emigrantes, así que el proceso de austeridad por el que debe pasar el migrante lo tenía algo adelantado”.
El clima era muy importante para ella y no quería vivir en una ciudad, “era algo que no negociaría. Yo soy de sol y mar. Tenerife era el destino claro, el ambiente se parece a la costa venezolana con sus diferencias: Tiene las cuatro estaciones pero es manejable”, comenta aliviada.
Sobre la convivencia, Sobrino admite que “me gustan los canarios, se parecen mucho a nosotros en el acento. Su forma de ser es más suave pero no te sientes fuera de lugar y nunca he tenido problemas con nadie”.
Al principio a Marycarmen le hacía falta los sabores de Venezuela pero gracias a la migración, en Canarias “se consigue la arepa, el plátano y hasta un sancocho”. Esta misma migración en Tenerife, la hace sentir “como si estuviera en Caracas. La gente me saluda, me detengo a hablar con ellos. Me piden fotografías. Me abrazan y yo los abrazo, cuando se podía porque ya no se puede”.
– “De un paraíso a otro” –
Una de las más grandes satisfacciones que ha conseguido Marycarmen tras su migración ha sido “estar en paz. Sentirme segura en las calles. Poder hacer un mercado libremente que voy a encontrar lo que puedo comprar porque lo voy a encontrar. Saber que si tengo un problema de salud me van a atender”.
“La otra cosa que me ha hecho muy feliz es la naturaleza que me rodea, el archipiélago canario es un paraíso y me tiene fascinada. Me tiene respirando buena energía, buena vibra. Vengo de un paraíso y me mude a otro”, exclama.
Al rememorar a Venezuela, Marycarmen suspira “es el mejor país del mundo, tu hogar siempre será el mejor lugar porque ahí creciste. Eso no significa que sea el mejor país del mundo. Venezuela es una gente extraordinaria, pero se ha deteriorado. Estamos en duelo, yo estoy en duelo”.
Sobrino no descansa “estoy emprendiendo una nueva etapa de mi vida, transformándome por completo. Si hay una enseñanza que quiero dejar es que la vida es de uno y encontrarse uno mismo”, sobre estas experiencias y herramientas de vida se trata su primer libro en el que trabaja en este momento. Aunque no puede revelar mucho sobre el libro adelantó que “es una reflexión sobre los principios de la vida que de seguir estos principios, nos iría mejor a todos, desde los individual y como sociedad”.
“Siempre sabrán de mi. Soy una mujer de comunicaciones, de contacto con la gente”, agregó en este nuevo capitulo de su vida busca apoyar a los demás para que encuentren la estabilidad, armonía y equilibrio, así como ella lo está haciendo en su vida y “espero disfrutar la segunda parte de mi vida más que la primera”.