Muchos conocieron a Jeff Bezos y Amazon cuando el sitio estaba posicionado como una de las tiendas virtuales más grandes en el mundo (si no es que la más popular). Sin embargo, hace más de dos décadas Amazon no era más que una pequeña tienda de libros con un sueño grande y un camino por delante. Y aunque en ese tiempo era difícil crecer con esa pequeña industria, Bezos encontró la forma de llevarla adelante e incluso hizo un poco de trampa en el camino.
Por GQ México
En 1996, Amazon era una tienda de libros que empezaba a explorar el mercado en línea y buscaba atraer a los clientes a esta nueva forma de adquirir sus productos. Por supuesto, en ese entonces no existía el sofisticado sistema de distribución y entrega que tiene actualmente, y todo funcionaba de manera distinta. Según una fuente cerca a la empresa, esa trabajaba de esta forma: Una vez que tenía las órdenes de los clientes, la empresa pedía los libros de una distribuidora o un publisher, el cual los entregaba al almacén de Amazon en Seattle, para después ser empacada y enviada. En promedio esto tardaba cinco día después de pedirlo y si pagaban más, estos llegaban uno o dos días después (un poco como aún se mantiene).
Entonces, mientras que una tienda convencional sólo vendería los productos que tendría en su almacén, Amazon estaba recibiendo pagos y ordenes antes de que siquiera los pidiera de los distribuidores, lo cual no era demasiado práctico, pero sí cumplía con lo que quería promocionar Jeff Bezos: que la tienda tuviera más títulos que cualquier otra librería en el mundo, y descuentos de 10 hasta 30 por ciento. Para eso último, Amazon necesitaba tener un buen negocio con los vendedores al por mayor para poder tener un mejor precio. De acuerdo con las fuentes, en ese entonces, se requería pedir un mínimo de 10 libros para los pedidos de los distribuidores, el problema es que Amazon no cumplía las 10 órdenes al día o no siempre tenía que vender sólo 10 libros, lo cual era un problema, ya que se tendría que esperar hasta que la compañía tuviera el volumen de pedidos necesarios, tardando más en el proceso de entrega a los usuarios.
El truco de Jeff Bezos
Es aquí donde entra la “trampa” de Jeff Bezos, o un simple truco que ayudó a solucionar este problema, y que influyó en que cambiara el futuro de las compras. El hombre lo explicó en una entrevista de 1999 con Wired: “Encontramos una falla. Los sistemas (de los distribuidores) estaban programados en tal forma en que no tenías que recibir 10 libros, sólo tenías que ordenar 10 libros. Entonces encontramos un libro desconocido sobre líquenes que tenían en su sistema pero que ya no estaba disponible. Comenzamos a pedir un sólo libro que queríamos y nueve copias del libro de líquenes. Ellos enviarían el libro que necesitábamos y una nota que decía: ‘Lo sentimos, pero se nos acabó el libro de los líquenes’ Uno de estos días nos van a dejar todos esos libros de líquenes en nuestro jardín delantero”.
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