En uno de los errores judiciales más graves de América del siglo pasado, George Stinney Jr fue ejecutado por un doble asesinato a pesar de que no hay evidencia física que lo vincule con el crimen.
Un niño inocente de 14 años fue ejecutado sin despedirse de su familia en uno de los errores judiciales más trágicos de Estados Unidos.
Por Daily Star
Traducción libre de lapatilla.com
George Stinney Jr fue sentenciado a la silla eléctrica en 1944, por asesinar a dos niñas a pesar de que no hay pruebas que lo relacionen con sus muertes. No fue hasta 2014, 70 años después de su ejecución, que un juez del estado de Carolina del Sur anuló su condena por asesinato.
Después de ver a la policía secuestrar a su hermano mayor por el crimen que no cometió, la hermana de George, Amie Ruffner, contó más tarde cómo lo vio muerto con la cara quemada, en un ataúd abierto.
La desgarradora historia fue escrita como un libro por el sobrino de George, David Stout, que inspiró la película de 1991, Carolina Skeletons.
A la edad de 14 años, George fue la persona más joven ejecutada en los Estados Unidos en el siglo XX.
Betty June Binnicker, de 11 años, y Mary Emma Thames, de ocho, habían sido horriblemente apaleadas hasta la muerte con una clavija de ferrocarril en Alcolu, Carolina del Sur, en marzo de 1944.
Como un adolescente negro que había visto a las niñas blancas un día antes, la policía arrestó a George porque sus cuerpos habían sido arrojados al “lado negro” de Alcolu.
Los oficiales corruptos afirmaron que confesó los asesinatos a pesar de que nunca presentó una confesión escrita y no presentó pruebas físicas que lo vincularan con el crimen.
La hermana de George, la Sra. Ruffner, afirmó que a ningún miembro de su familia se le permitió visitarlo bajo custodia.
Un jurado de 12 hombres blancos tardó solo 10 minutos en emitir un veredicto de culpabilidad en la corte y dos meses después, el inocente George temblaba en la silla eléctrica.
Debido a su estatura y peso, un periódico local informó que los guardias usaban un directorio telefónico como asiento elevado para que George encajara en el mecanismo mortal.
El adolescente fue declarado muerto el 16 de junio de 1944. En 2014, la jueza Carmen Mullen dictaminó que el abogado de George llamó “pocos o ningún testigo” y no interrogó adecuadamente a sus acusadores.
La Sra. Ruffner, que tenía ocho años en el momento del juicio de su hermano, testificó durante el proceso de apelación que su hermano estaba en casa con ella el día del doble asesinato.
Agregó que su familia fue expulsada de la ciudad tras el veredicto de culpabilidad. “En aquellos días, cuando eras blanco tenías razón, cuando eras negro estabas equivocado”, comentó Ruffner.