El pasado año no fue fácil para Gwyneth Paltrow (48 años). Fue una de las famosas que tuvo que enfrentarse al coronavirus y tardó meses en recuperarse del todo: “Me dejó fatiga y confusión mental como secuelas”, confesó. Tuvo incluso que acudir al hospital.
Por ABC
Pero además lo pasó muy mal durante el confinamiento. En una entrevista al diario The Mirror, la ganadora de un Oscar ha confesado que la rutina que llevó no fue muy sana. Su alimentación fue a base de pasta y pan y bebía alcohol siete días a la semana. Llegó a tomarse dos copas cada noche durante la cuarentena por el coronavirus.
“Me descarrilé”, reconoce la actriz. En concreto, la empresaria se tomaba una bebida compuesta por whisky de quinoa producido en una destilería de Tennessee. A esta le añadía sirope y zumo de limón, como así le gustaba a su abuelo, un gran amante del whisky. “Es celestial”, ha asegurado durante la entrevista.
Aunque esas dos copas que tomaba no la emborrachan como para desmayarse, ha confesado que no estaba bien. Menos mal que conseguido dejar atrás esa rutina tan poco saludable para su cuerpo.