Dentro de un mes comienza una Eurocopa de fútbol (11 junio-11 julio) marcada por la crisis sanitaria, repartida por once países, en con la selección portuguesa liderada por Cristiano Ronaldo defendiendo el título que logró en Francia-2016.
Soñada por Michel Platini cuando presidía la UEFA como forma de celebrar los 60 años del torneo, la Eurocopa-2020 ya era un desafío logístico, antes de que la pandemia obligara a aplazarla un año y multiplicara la dificultad de su celebración.
– Dudas en Múnich –
Después de muchas idas y venidas, el 23 de abril se conocieron las 11 ciudades definitivas: Bilbao y Dublín se cayeron de la docena original y la UEFA invitó a Sevilla a la fiesta, con Londres y San Petersburgo asumiendo más partidos que los que tenían otorgados en un principio.
Complicando todavía más la ecuación, la UEFA había exigido a las autoridades locales comprometerse a contar con espectadores en todos los partidos, a pesar de la incertidumbre por la propagación de variantes más contagiosas del covid-19.
Esta condición, establecida a mediados de marzo, provocó que Bilbao renunciara a su plaza. La organización de la ciudad vasca llevará a la UEFA a la justicia para recuperar los 1,2 millones de euros (1,45 millones de dólares) invertidos.
Apenas confirmada, Múnich sembró nuevas dudas. Su alcalde aseguró que no había hecho “ninguna promesa” que garantizara espectadores. Esta decisión depende del gobierno alemán y está condicionada a la evolución sanitaria.
– ‘Segura y festiva’ –
Habitualmente tan animada en las calles como en los estadios, la Eurocopa tendrá este año una cara más austera, así como los Juegos de Tokio (23 julio-8 agosto), aunque la UEFA promete que será “segura y festiva”.
“Parece evidente que vista la configuración de la Eurocopa, con partidos en varios países y los viajes, la vacunación de los participantes permitirá una organización más serena”, señaló a la AFP una fuente próxima a las instancias del fútbol francés.
Pero la UEFA no ha fijado ninguna regla en este sentido y la seguridad del torneo se basará en ‘burbujas sanitarias’ para los equipos, acompañadas de una batería de medidas para los espectadores -llegadas escalonadas al estadio, límites de público, desinfección y distancia social-.
Quedan puntos por aclarar: la posibilidad de que los hinchas puedan seguir a sus selecciones, cuando únicamente Budapest, San Petersburgo y Bakú han establecido que no habrá restricciones de entrada a los países ni cuarentenas, mientras que Bucarest espera poder hacerlo para los viajes que no superen los tres días.
Y a continuación habrá que ver cómo las autoridades locales organizan los estancias y la hostelería con hinchas extranjeros sin poner en peligro a su propia población.
– Salvación económica –
Para el fútbol europeo, estrangulado económicamente por las consecuencias de la pandemia -parón de varios meses seguido de partidos sin espectadores-, la Eurocopa supone un factor capital. La UEFA había previsto repartir 371 millones de euros (450 millones de dólares) a las 24 selecciones participantes.
Una selección derrotada en los tres partidos de la fase de grupos recibiría 9,25 millones de euros (11 millones de dólares), mientras que el ganador del torneo podría llevarse hasta 34 millones de euros (41 millones de dólares).
Además, los ingresos de la Eurocopa sirven para alimentar los 775 millones de euros (939 millones de dólares) en concepto de ‘solidaridad’ que se pagan a las 55 federaciones europeas en el ciclo 2020-2024. Finalmente los clubes se reparten 200 millones de euros (242 millones de dólares) por haber cedido a los jugadores a los equipos nacionales.
– Y en medio el balón –
En la parte deportiva, Portugal salta a la cancha tras cinco años de reinado continental de nuevo liderada por un Cristiano Ronaldo que a pesar de sus 36 años suma 27 goles en la Serie A con la Juventus.
Entre sus rivales, la joven camada inglesa, Bélgica con su larga lista de nombres importantes del fútbol europeo, o clásicos como Alemania, España o Italia.
Francia, vigente campeona mundial, es evidentemente una de las grandes favoritas, pero primero tendrá que superar un grupo muy complicado que comparte con Portugal y Alemania.
AFP