CNE: Mensaje e interrogantes con dos destinatarios, por Rodrigo Cabezas Morales

CNE: Mensaje e interrogantes con dos destinatarios, por Rodrigo Cabezas Morales

Rodrigo Cabezas. REUTERS/Marco Bello

 

 

 





La reciente designación de los rectores del CNE por la Asamblea Nacional
bajo sujeción del gobierno de Maduro ha originado una controversia sobre la
utilidad o no de esta “concesión” o “señal” de la autocracia gobernante para
rescatar el derecho ciudadano a elecciones libres y transparentes, hasta
ahora secuestrado en los fraudes descarados de la Constituyente 2017, las
presidenciales del 2018 y las de AN en 2020.

Escribo sin prejuicios sobre personas, no conozco al ingeniero Roberto Picón
y, tengo amistad con Enrique Márquez, su madre fue una universitaria
admirable. La diatriba descalificadora y carente de argumentos entre actores
políticos y sociales es un sin sentido cuando de encender las luces de la
libertad de nuestra nación se trata.

Días previos al acuerdo entre el gobierno de Maduro y sectores opositores
distintos a la AN 2015, escuché una entrevista del ingeniero Picón en el
Podcast Despolarizados de Rafael Curvelo. Sus palabras de compromiso
posible le dieron sentido a este texto y a sus interrogantes.
Primero. Debe realizarse una evaluación interna del CNE para lograr
restablecer la paridad y el equilibrio en la institución.

He supuesto que se refiere a que el psuv presida y controle: el CNE, la Junta
Nacional Electoral, el registro Electoral y el sistema de automatización,
además de tener bajo su mando todas las oficinas regionales en Venezuela.
Ello presume que los más de 30 mil operadores de las maquinas electorales
no sean militantes de ese partido, a los que se les instruye para manipularlas
antes, en el proceso y en el cierre del acto electoral, sobre todo en los ya
conocidos decretos para prorrogar las votaciones luego de las 6 pm.

Se puede entender que evitarán la burla permanente en la selección de las
juntas electorales Regionales y Municipales, coordinadores de centros
electorales y los miembros de mesa para terminar excluyendo a la sociedad
civil. Control férreo que les permite una especial operación en poco más de 5
mil centros de votación donde históricamente gana ampliamente la
oposición para retardar deliberadamente la instalación de las mesas, cortar la
electricidad en horas de la tarde, dañar fingidamente máquinas de votación,
todo con el objetivo de provocar la deserción de los votante de esos centros
de votación.

Asimismo, que lograrán suspender la maniobra de ralentizar la entrega de
las credenciales a los testigos de la oposición y de cuestionarles su ingreso a
los centros electorales en combinación con funcionarios del plan república.

¿Será posible un CNE que como institución del estado logre subordinar el
plan republica a su autoridad y no como ocurre ahora? ¿El CNE sancionará el
estado de coherción que hacen a sectores humildes con la entrega de bolsas
de alimentos y bonos dadivosos? ¿De cierto eliminaran el voto “asistido”
para los funcionarios públicos?

¿Les permitirán a los rectores Márquez y Picón evitar y sancionar el abuso de
las cadenas de radio y TV, y el veto al liderazgo opositor en casi todos los
medios de comunicación?

Segundo. Restitución de los Partidos Políticos a sus legítimos dirigentes.
Entiendo que los Rectores Picón y Márquez asumen que Nicolás Maduro
judicializando la política utilizó la Sala Constitucional del TSJ para secuestrar a
los principales partidos políticos de la oposición venezolana, y con ello, cerrar
las vías a su participación electoral.

Este CNE, con disciplinada mayoría madurista, solo abordaría este tema si
forma parte de un acuerdo integral por elecciones libres y transparentes. Tal
garantía democrática no puede ser negociable. La presencia de los partidos
políticos legítimos en el combate electoral no los sustituye nadie. La
“narrativa” interesada según la cual estos partidos no tienen apoyo popular
no es verdad, si fuera así, los que se acordaron con el gobierno deberían
garantizar participación masiva, esto tampoco es verdad. ¿Restituirán los
partidos políticos AD, VP, PJ, COPEI y otros? ¿Aceptarán que las fuerzas de la
oposición democrática puedan presentar en coalición una única tarjeta
unitaria para participar en el acto electoral?

Tercero. Una auditoria, actualización y depuración del registro electoral.
Se deduce que podrán ejecutar no solo la auditoria y depuración del registro
sino que la actualización sea un proceso que no lo realizarán los activistas del
psuv, las gobernaciones, alcaldías e instituciones del estado. ¿Serán masivas y
abiertas las jornadas de inscripción? Son 1.5 millones de personas entre 18 y
35 años de edad que no están registrados en el CNE, y más de 1 millón que
requieren actualización que fueron cambiados de centros electorales
deliberadamente por el psuv en las últimas elecciones.

¿Podrán evitar que la operación de cambio de registro de votantes lo hagan
horas antes de las votaciones? ¿Conseguirán evitar que las máquinas de
inscripción las manejen los activistas del partido de gobierno como ha sido
hasta ahora?
Y un elemento estratégico está referido a si el CNE está en capacidad de
garantizar el derecho constitucional de los más de tres millones de
venezolanos en el exterior a inscribirse y elegir sus representantes.

¿Reconocerán el derecho de la diáspora a decidir el destino de su patria?

Cuarto. Institucionalizar una observación internacional independiente.

El CNE del psuv siempre invita a supuestos “acompañantes” muchos de los
cuales son dirigentes políticos que les apoyan. Esta observación de turismo
electoral es irrelevante, un show. ¿Será posible que el CNE invite
formalmente a la Unión Europea como observador internacional con todo su
protocolo técnico? ¿Aceptará a la OEA, la ONU entre otras? ¿La observación
internacional la solicita y administra el Poder Electoral o el gobierno de
Maduro?

Sería un valor agregado tener una observación internacional garante de la
pulcritud técnica del proceso y que dé confianza en el electorado venezolano.

Finalmente. La nación venezolana aspira un proceso electoral limpio y
transparente para arribar al cambio político. No un nuevo fraude, no una
nueva trampa. Venezuela no quiere “un primer paso” para caminar a la
democracia, quiere todos los pasos!!!

El gobierno de Maduro está en el tablero nacional con piezas de su
responsabilidad plena, tales como la crisis económica y humanitaria más
devastadora de nuestra historia, excluyendo la guerra de independencia, con
acusaciones de descarada violación de los DDHH y con su decisión de
mantenerse en el gobierno a costa de lo que sea y como sea. Ellos saben que
en cualquier elección libre serian derrotados ampliamente, en su fuero
interno lo reconocen. Hace rato perdieron la mayoría popular que acompañó
a Chávez.

Cualquier acuerdo o negociación que debe involucrar a la oposición y la
comunidad internacional solo tendrá sentido si hay un cronograma electoral
que permita relegitimar todos los poderes. Sin ello, por ejemplo, la opción
del revocatorio presidencial es una fantasía, o el que tengan pleno derecho a
votar los venezolanos en el extranjero una quimera.

¿Los Rectores que están en minoría en el CNE, que se reivindican opositores,
apelarán a la carta de la dignidad si son burlados o ridiculizados por la
autocracia? ¿No sería precavido tenerla redactada? Cuestión de tiempo.

Maracaibo 11-5-21