El socialismo hambreador por no guardar silencio como muchos otros militares, los acusaron de conspiración y le retrasaron su ascenso de grado militar. Más tarde, en 2014, le dieron la baja no solicitada. Libre de disciplina institucional difundió un vídeo en las redes sociales en el que denuncia la violación de la soberanía venezolana por cubanos, carteles del narcotráfico y el terrorismo internacional. Pero, sobre todo, la entrega del país por unos gobernantes que prometieron una patria bonita y la entregaron a cambio de zalamerías y halagos.
En su campaña de denuncias en el ámbito nacional e internacional se refirió al secuestro del Poder Electoral y del Poder Judicial, y fundamentalmente a los numerosos e infames asesinatos de jóvenes a manos de los cuerpos de seguridad de la tiranía socialista del siglo XXI.
El gobierno usurpador y entreguista considera al capitán Juan Carlos Caguaripano un agente de la subversión, pero es un patriota venezolano, un demócrata valiente que ha arriesgado su vida y perdido su carrera militar en la lucha contra el colonialismo cubano y la injerencia rusa y china.
Después de la muerte de Hugo Chávez, los operarios políticos y policiales del usurpador Nicolás Maduro vinculan en 2015 al capitán Caguaripano con una supuesta Operación Jericó, otro entramado de la tiranía para asediar judicialmente a quienes levantan su voz contra la entrega de la patria y la imposición de un comunismo tan malvado como anacrónico.
Le declararon una feroz persecución que lo obliga a refugiarse en Costa Rica, pero en diciembre de 2016, entra clandestinamente a la patria y se dedica a impulsar el cambio político a través de la plataforma Frente Amplio de Venezolanos, para desplazar la alianza opositora complotada con el marxismo internacional que capitanean los Rodríguez Zapatero y sus similares.
El 6 de agosto de 2017, Juan Carlos Caguaripano comandó la Operación David. Con un grupo de oficiales y tropa tomó por asalto el Fuerte de Blindados Paramacay, en Valencia, Carabobo. Se declara en rebeldía y exige la inmediata la formación de un gobierno de transición, cívico militar para restablecer el orden constitucional y salvar el país de su desintegración total.
El 11 de agosto de 2017, en un procedimiento de la policía del municipio Sucre, Miranda, aprehendieron a Caguaripano y al teniente Gabriel García Dos Ramos.
En febrero de 2018, las organizaciones de derechos humanos que todavía operan en Venezuela denuncian torturas y atrocidades en perjuicio del capitán Caguaripano en la mazmorra conocida como La Tumba, que maneja el Sebin en su sede de Plaza Venezuela.
En mayo de 2021, comenzó el juicio militar contra el preso político Cap. Juan Carlos Caguaripano y otros acusados, por la Operación David en el Fuerte Paramacay. Lo quieren condenar, por defender la patria, la libertad, la independencia, la soberanía y la democracia, a la pena máxima: 30 años de cárcel.
Angel Jesús Prato Espinoza, presidente de Líderes Libres
(Derechos Humanos & Conservación Ambiental)
FIP PRENSA Nº: VE 2229 / CNP Nº: 20.202