Fue una operación quirúrgica, producto de años de planeamiento y de espera a que llegara el momento justo para ejecutarla. El bombardeo a la red de túneles de Hamas conocida el viernes pasado resultó en uno de los mayores golpes que sufriera el grupo terrorista en la última semana, sumado a los objetivos de armamento que fueron neutralizados por las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés).
Por: Laureano Pérez Izquierdo / Infobae
Esos pasillos subterráneos significaban para los milicianos no sólo la posibilidad de moverse sin ser vistos sino que fueron concebidos como el arma que podría diezmar la moral de las fuerzas israelíes en una contienda como la actual. Sin embargo, en pocos días de confrontación quedaron convertidos en ruinas.
Para Hamas “significó una gran pérdida operacional y financiera”, explicó en conversación telefónica a Infobae un analista de seguridad de la Cancillería de Israel en off the record. Fueron cientos de miles de dólares que durante años sirvieron a la construcción de la infraestructura de los islamistas. “Gastaron muchísimos recursos y dinero y tiempo en los últimos años en esta red de túneles. Esto afectará las capacidades operacionales de Hamas”, enfatizó.
La masiva operación que comenzó a primera hora de la madrugada del viernes, constó de 160 aviones, artillería e infantería que bombardearon intensamente contra objetivos yihadistas, principalmente, el entramado construido durante años por debajo de la tierra.
“Esto -la destrucción de esos túneles- confundió sus estrategias en la batalla. No hay duda de que los iraníes financiaron a Hamas, en dinero e intelectualmente. Esa financiación nunca fue para el pueblo palestino, para los civiles, sino para la cúpula de Hamas. Esto es en lo que gastan el dinero. En yihadismo”, enfatizó.
Del otro lado de la línea explicó además en qué consiste la estrategia de Hamas y de su brazo militar conducido por Mohamed Deif -uno de los máximos objetivos de la inteligencia israelí cuyos colaboradores más cercanos fueron ultimados recientemente- a pesar de las grandes pérdidas que el grupo terrorista sufrió en la larga semana de confrontación que mantienen desde la Franja de Gaza.
“No les interesa la ayuda humanitaria en Gaza. Tienen claro cuáles son sus logros. Poseen una estrategia de sangre fría y saben qué hacer”, subrayó el analista. Ese “saber qué hacer” es simple, de acuerdo a su observación. Los yihadistas continuarán utilizando a la población civil para su provecho, sin importarle cuántas vidas puedan quedar en el camino.
Los civiles son el principal escudo del grupo terrorista. “Pueden seguir así por mucho tiempo”, dijo. “Usan a los civiles como una cuestión táctica. Se cubren detrás de ellos. No les importa la población. Hamas puede sobrevivir como movimiento. Será a costa de vidas humanas. Cuantas más víctimas, mejor para Hamas. Cuantos más civiles muertos o heridos haya, mejor para ellos. De eso depende su éxito, poner a la población en riesgo. Los civiles en el campo de batalla. Cuantos más, mejor su posibilidad de sobrevivir como movimiento militante”, indicó.
Israel, en tanto, podría continuar golpeando de forma quirúrgica arsenales y bases operacionales de los islamistas. Cada día -cada hora- encuentra un nuevo objetivo. La lucha podría extenderse por largo tiempo hasta que Tel Aviv considere que ya no exista una amenaza desde Gaza, al menos en el corto plazo. Conseguir derribar todos sus activos militares será clave para la finalización del actual conflicto.
Consultado respecto a los movimientos que pueden verse en el norte de Israel -donde Hezbollah lanzó tímidos ataques que fueron neutralizados- la fuente fue prudente: “Irán se arriesgaría a mucho” provocando un conflicto en ambos lados. “Teherán mira muy atentamente lo que ocurre”. En ese sentido, también preocupa la posición de Turquía y Qatar a quienes el gobierno de Benjamin Netanyahu considera demasiado cercanos a Hamas en el actual conflicto.
Por último, el analista de la diplomacia israelí se refirió a las diferencias que pueden observarse en América Latina respecto a la guerra contra Hamas. “Cada país que apoya a Hamas dice algo de ese país. Cometen un gran error. No creo que eso ayude mucho”, concluyó. Además, señaló que el grupo terrorista “piensa mucho qué dicen las diferentes naciones sobre ellos porque necesitan legitimación”.