Las autoridades marroquíes están fletando autobuses para que los emigrantes devueltos desde Ceuta o aquellos que no pudieron acceder en los pasados días puedan ahora regresar a sus domicilios, según pudo saber Efe de fuentes en el terreno.
Este movimiento de retorno comenzó en realidad ayer, y tiene dos modalidades: viajes en autobuses urbanos para quienes van a las poblaciones vecinas de la región (Tánger, Tetuán o Rincón) y viajes en autocares mejor equipados para quienes cubran distancias más largas, como Fez o Casablanca, distantes a varias horas.
En principio, tienen prioridad aquellos que declaran no tener dinero ni siquiera para pagar ese viaje de vuelta, precisaron las fuentes.
El mensaje está siendo comunicado a los grupos de jóvenes desocupados que deambulan por Castillejos con la esperanza de poder intentar una nueva entrada a Ceuta, algo improbable dado que en las últimas horas puede observarse una voluntad muy clara de sellar la frontera.
Las mismas fuentes añadieron que, en paralelo, las autoridades locales de las grandes ciudades tienen instrucciones para impedir los movimientos cuando se sospecha que el objetivo de esas personas es viajar hasta Castillejos para intentar el paso a Ceuta.
Desde el lado marroquí de la frontera ya no se ve lo que se veía ayer: grupos de personas que desistían del paso migratorio y salían hacia el sur, hacia Marruecos, desde la tierra de nadie, lo que parece indicar que también este terreno interfronterizo quedó ayer vacío.
Si bien anoche se produjeron algaradas y disturbios entre los jóvenes y la policía que les impidió por todos los medios acercarse a la frontera, la situación esta mañana era de calma absoluta, e incluso las calles aparecen limpias de cascotes y de los restos de las manifestaciones nocturnas.
EFE