Un aspirante a profesor recorre las calles de la capital venezolana con un letrero a cuestas ofreciendo clases de matemática para ganarse la vida, en un país que lleva un año con las aulas cerradas por la pandemia.
Por Adriana Núñez Rabascall | Voz de América
“Salí porque sentía la necesidad de la parte monetaria. Me vi en la necesidad de buscar dinero. No tenía de otra”, explica a la VOA, Edgar Siu, quien desde hace un año sale todas las semanas con su cartel colgado al cuello ofreciendo clases de matemática a domicilio.
Siu perdió su empleo de medio tiempo sirviendo cócteles en un hotel de Caracas debido a la pandemia, lo que, dice, lo llevó buscar alternativas.
“Aproveché la ocasión y dije: tengo que emprender y vamos a ver cómo me va si salgo con la pancarta, y salí, y todo me salió bien gracias a Dios”, indicó.
A sus 26 años, le falta un semestre para graduarse de profesor de matemática en la Universidad Pedagógica de Caracas pero, en Venezuela, todas las aulas llevan un año cerradas.
Cobra 6 dólares por hora, dos veces más de lo que ganaría en todo un mes como maestro en una institución pública de Venezuela.
Asegura estar “alegre” de poder poner en práctica la enseñanza y explica que además lo hace para ayudar a fomentar el interés hacia las ciencias.
“Si existieran los hospitales de matemática, yo diría que todas las salas deben ser de terapia intensiva, porque hay muchísima condición crítica”, afirmó.
El bajo sueldo de los docentes ha llevado a cientos como él a impartir clases particulares, no sólo para tener dinero extra, sino para reforzar el aprendizaje.
“La gente debe darse cuenta que como docentes, uno no debe pasar por está situación”, comentó.
Esta semana, Nicolás Maduro expresó su “esperanza” de poder regresar a las aulas en el año escolar 2021 – 2022 de forma segura.