“Te voy a llevar a donde tú quieres estar, debes de estar en un lugar tranquilo. Ya te encontré, mi niña. Ya te encontré”, esas fueron las palabras de la tía de Flor Nínive Vizcaíno Mejía, una joven mujer de oficio mesera que salió de su casa en 2016 y nunca regresó.
Por Excelsior
Luego de buscarla por cuatro años, completamente destrozada Silvia Mejía llegó hasta el domicilio de la calle Margarita en la colonia Lomas de San Miguel, en Atizapán de Zaragoza, en donde fue encontrada la credencial de Flor Nínive, quién desapareciera en octubre del 2016 y desde entonces la buscaban.
“Ya te encontré, mi amor. Tú vas a ser mi ángel para cuidarme y que no me pase nada, porque estamos viviendo en un mundo muy feo”, añadió la tía.
Silvia llegó hasta el lugar donde autoridades ministeriales siguen escarbando para dar con más restos de mujeres, su intención era colocar una vela, pero al ver el lugar donde pudo ser asesinada “La Gorda” como le decía de cariño, rompió en llanto.
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