El maquinista de un tren japonés de alta velocidad le pasó el mando del convoy, en pleno trayecto, a un empleado no cualificado para poder ir urgentemente al baño, indicó la compañía ferroviaria.
El caso podría haber pasado inadvertido, pero el tren llegó con un minuto de retraso, lo que inmediatamente activó una investigación en el país, famoso por su puntualidad.
El maquinista del Shinkansen admitió que había dejado su puesto porque le dolía la barriga y que le pasó los mandos del tren, que llevaba 160 pasajeros a bordo, a un revisor para poder ir al retrete.
Se ausentó durante tres minutos, cuando el tren circulaba a 150 km/h.
Los Shinkansen están altamente vigilados por el sistema informático centralizado de mando y el maquinista debe permanecer en su puesto para gestionar situaciones inesperadas, indicó a la AFP un portavoz.
Cuando los maquinistas necesitan ir urgentemente al baño mientras están al mando del tren, deben coordinarse con el centro de mando para pasarle el control a otro maquinista cualificado o detener el tren, a mitad de la vía o en la estación más próxima, antes de atender sus necesidades.
Al parecer, la ausencia del maquinista provocó que el tren llegara con un minuto de retraso a su destino.
Este jueves, en rueda de prensa, la dirección de la compañía pidió disculpas y aseguró que el maquinista pagaría las consecuencias de sus actos.
El interesado se defendió, afirmando que no quiso provocar ningún retraso y que “no informó [de la situación] porque estaba avergonzado”.
AFP