Jordania advirtió hoy de que la violencia ejercida por la Policía israelí contra fieles palestinos en la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, supone “un reto” para los esfuerzos internacionales que llevaron a una tregua en la Franja de Gaza después de once días de ofensiva.
“El comportamiento provocador de la Policía israelí en la Mezquita de Al Aqsa representa un reto a los buenos oficios internacionales que duraron varios días hasta traer la calma que detuvo la escalada de la violencia en Jerusalén y los territorios palestinos, y poner fin a la agresión contra la Franja de Gaza”, dijo el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Sin embargo, destacó que el alto el fuego que entró en vigor en Gaza esta madrugada entre Israel y las milicias palestinas “es sólo un primer paso positivo y necesario, e Israel como potencia ocupante debe cumplirlo y detener sus provocaciones”.
Además, Exteriores deseó que los esfuerzos internacionales “continúen con la visión de encontrar un horizonte político para lanzar negociaciones serias que lleven a una paz justa, global y permanente” entre Israel y palestinos.
Jordania fue uno de los países que medió entre las partes para alcanzar una tregua, finalmente obtenida por los egipcios, que tradicionalmente han ejercido este papel entre Israel y las facciones palestinas.
La tregua ha sido respetada en la franja de Gaza a lo largo del día, pero en Jerusalén 15 palestinos resultaron heridos en enfrentamientos que tuvieron lugar tras la intervención de las fuerzas de seguridad israelíes mientras los fieles celebraban el alto el fuego, según la agencia de noticias palestina Wafa.
Algunos de los heridos sufrieron impactos de balas de goma, mientras que otros fueron víctimas de ahogamiento a causa del uso de gases lacrimógenos por parte de la Policía.
La Policía israelí describió lo sucedido como “disturbios”, con el lanzamiento de piedras y cócteles molotov contra las fuerzas de seguridad, que “procedieron a dispersar a los alborotadores”.
EFE