Un niño marroquí es otra de las imágenes de la semana que ha dejado la crisis migratoria entre España y Marruecos. El menor cruzó solo desde suelo marroquí hasta el otro lado de la frontera con la ciudad de Ceuta, el enclave español situado al norte del país africano, usando botellas de plástico amarradas alrededor de su cuerpo para mantenerse a flote durante el trayecto.
Las imágenes fueron tomadas este miércoles, justo antes de que las autoridades marroquíes volvieran a vigilar la valla que separa ambos países y se interrumpiese el flujo migratorio. Desde principios de semana hasta entonces, alrededor de 8.000 migrantes, en su mayoría ciudadanos de ese país, ingresaran en Ceuta de manera irregular, a nado o en pequeñas embarcaciones.
Tras salir del agua, el pequeño cruzó descalzo rápidamente la playa de El Tarajal, pasando entre soldados españoles que custodiaban la zona e intentando escalar un pequeño promontorio antes de ser detenido.
La masiva llegada de migrantes provocó algunas escenas caóticas y el movimiento de las autoridades españolas, que enviaron agentes de refuerzo y desplegaron al Ejército. La ministra de Defensa ha calificado lo ocurrido como un chantaje de Marruecos.