Con cientos de millones de personas ya vacunadas contra el coronavirus, la pandemia debería empezar a amainar en los lugares donde gran parte de la población ya fue inmunizada. Pero curiosamente, eso no está ocurriendo en todas partes. Por el contrario, están surgiendo dos escenarios: en países como Israel, los contagios disminuyen al ritmo de la vacunación, mientras que en otros lugares, como las islas Seychelles, el país con mayor porcentaje de inmunizados del mundo, la cantidad de casos nuevos sigue aumentando o alcanzan nuevos récords.
Por Bloomberg vía La Nación
Una de las razones puede ser el tipo de vacuna usada. La evidencia que se desprende del avance de la vacunación global sugiere que las fórmulas basadas en ARNm (mensajero) desarrolladas por Moderna o Pfizer-BioNTech son más eficaces para evitar que las personas se vuelvan contagiosas, un beneficio adicional inesperado, ya que el objetivo de la primera generación de vacunas era simplemente evitar que las personas desarrollaran un cuadro grave de la enfermedad. Otras vacunas, si bien son efectivas para prevenir casos graves o la muerte, parecen no brindar ese beneficio adicional en el mismo grado.
“Con el tiempo los países empezarán a notar que algunas vacunas son mejores que otras”, dice Nikolai Petrovsky, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Flinders (Australia). Si bien cualquier vacuna “sigue siendo mejor que ninguna”, dijo Petrovsky, algunas fórmulas “pueden ser poco efectivas para prevenir la propagación, por más que reduzcan el riesgo de muerte o enfermedad grave”.
El estudio de los millones de israelíes inmunizados con Pfizer revela que la fórmula de ARNm previno más del 90% de las infecciones asintomáticas. Raina MacIntyre, epidemióloga de la Universidad de Nueva Gales del Sur, dice que eso es muy importante, porque la eficacia de una vacuna para detener una infección asintomática “es determinante para saber si es posible o no alcanzar la inmunidad de rebaño”.
Para leer más, ingresa aquí