Vivir en la complicidad, por Andrés Segovia @ReporteroAndres

Vivir en la complicidad, por Andrés Segovia @ReporteroAndres

Valera.- ¿Se puede ser inmune al entorno? Esa pregunta se la debe hacer toda aquella persona que viviendo en un contexto de inseguridad y corrupción pretenda que ello nunca “le va a tocar”.

Por más que se intente ser un ermitaño o el más audaz de todos, siempre será muy difícil escapar del entorno y un mínimo descuido te hace pasar de “cazador” a “presa” en la Ley de la selva.

Como ciudadanos tenemos el deber de hacer un llamado de acción para acabar con el Estado criminógeno (aquel que fomenta la delincuencia volviendo a toda la sociedad cómplice) que se ha estado levantado desde las más altas esferas del poder en Venezuela.





Fingir demencia no es una opción sensata y hay que preguntarse -estés o no en Venezuela- si el día de mañana, cuando tú o los tuyos tengan que hacer una denuncia ante un tribunal, o tengan una necesidad de salud, o económica.

¿Cómo “resolveran” ante una justicia corrupta?¿Un sistema de salud matasanos? ¿No poder movilizarse a un sitio sin tener dinero para pagar matraqueos? ¿No estar seguro de la salubridad del agua que tomas o la comida?

Y más allá, en términos generales, este es un panorama tan hostil que las empresas grandes -no de maletín, mafias o Estados terroristas- o pequeños y medianos empresarios no tienen seguridad jurídica, ni estabilidad macro, suficiente para ver más rentable a Venezuela para invertir que a cualquier otro país de la región, incluido Haití o Guyana.

En un país de espíritu liberal la defensa de un interés particular implica que los demás tienen los mismos derechos de defender los suyos sin dañar al otro.

Para luchar por este país secuestrado se debe partir de pensar en ti y en los tuyos.

Nuestro derecho y deber de trabajar y desarrollarnos no puede estar regido por “el doblarse para no partirse” con el régimen criminal que nos quiera acostumbrar a ser cómplices.