Los padres de Román Protasévich, periodista disidente detenido por el régimen bielorruso tras el desvío de su vuelo y su aterrizaje forzado en Minsk, pidieron el jueves ayuda para la liberación de su hijo, mientras que Rusia rechazó a una aerolínea europea que pudiera cambiar su ruta para evitar sobrevolar Bielorrusia.
“Quiero dirigirme a ustedes como madre de Román, quiero que escuchen mi grito, el grito de mi alma, para que comprendan hasta que punto es difícil para nosotros vivir este absurdo, esta situación”, declaró Natalia Protasévich en conferencia de prensa en Varsovia.
“Quiero que transmitan nuestra petición por el mundo, a los representantes de los gobiernos, a los dirigentes de la UE, a los dirigentes estadounidenses: grito, les suplico, ayúdenme a liberar a mi hijo”, agregó visiblemente conmovida.
El padre de Román, Dmitry, subrayó que su hijo es “un hombre sólido”.
Los padres de Protasévich se mudaron a Polonia hace ocho meses, después de sufrir la represión contra las manifestaciones sin precedente tras la elección presidencial de agosto de 2020.
Tras el desvío el domingo hacia Minsk de un avión comercial para detener a Protasévich, los dirigentes de la Unión Europea (UE) decidieron prohibir su espacio aéreo y sus aeropuertos a los aviones de Bielorrusia y recomendaron a las compañías aéreas del bloque evitar su espacio aéreo.
Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 condenaron “en los términos más enérgicos” la detención de Protasévich y su acompañante y exigieron su “liberación inmediata e incondicional”, así como la de otros periodistas y presos políticos del país.
En un comunicado, los jefes de las diplomacias de las siete mayores economías y de la UE denunciaron la “puesta en peligro de la seguridad de los pasajeros y de la tripulación” del vuelo entre Grecia y Lituania que el domingo fue desviado a Minsk con una falsa alerta de bomba para detener a Protasévich.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, aseguró el jueves que no había “absolutamente ninguna prueba” de la presencia de eventuales agentes de la KGB, los servicios secretos bielorrusos, “o de otros servicios de seguridad” en el avión desviado, como lo había sugerido el responsable de Ryanair, Michael O’Leary.
– Sanciones de la UE a Bielorrusia –
El director de Reporteros Sin Fronteras (RSF) afirmó el jueves que los periodistas bielorrusos se enfrentan a una “situación desastrosa”, durante una visita a la vecina Lituania.
Christophe Deloire viajó a Vilna como “señal de apoyo a los periodistas bielorrusos”, tras reunirse con los fiscales lituanos, que abrieron una investigación sobre el desvío el domingo de un vuelo de Ryanair. Deloire presentó una denuncia en Lituania contra el presidente Lukashenko.
La UE podría golpear duramente a Bielorrusia con sanciones a las exportaciones de potasa y al tránsito de gas por su territorio, como castigo por el desvío de un avión civil, dijo por su parte el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en entrevista exclusiva a AFP.
“Bielorrusia es un importante exportador de potasa, por alrededor de 2.500 millones de dólares. Todo eso pasa por los países bálticos. Es fácil de controlar, si realmente uno lo quiere”, dijo Borrell antes de una reunión informal de cancilleres europeos en Lisboa.
“También podemos imaginar que el gas que llega a Europa a través de Bielorrusia lo haga por otro gasoducto, y Bielorrusia perdería los derechos de paso, lo cual no es despreciable”, agregó.
– Vuelos anulados –
La compañía aérea Austrian Airlines anuló este jueves un vuelo entre Viena y Moscú, tras el rechazo de Rusia a autorizar un cambio de itinerario para evitar el espacio aéreo de Bielorrusia.
El grupo alemán Lufthansa, matriz de Austrian Airlines, afirmó que “todas las compañías del grupo Lufthansa evitan actualmente el espacio aéreo bielorruso”.
Austrian Airlines suspendió hasta nuevo aviso el sobrevuelo del espacio aéreo de Bielorrusia debido a una recomendación de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA), indicó la compañía.
Con esos cierres del espacio aéreo, la principal líder opositora Svetlana Tijanóvskaya subrayó que los bielorrusos ya no “tienen la posibilidad huir del país si quieren escapar al régimen” y que la oposición bielorrusa en exilio estudia la posibilidad “de evacuaciones urgentes de personas perseguidas”, dijo a la AFP desde su exilio lituano.
Bielorrusia cuenta con el apoyo firme de su principal aliado, Rusia, que indica “no tener razones para no creer en las declaraciones de los dirigentes bielorrusos” sobre el caso.
El jueves el ministro de Relaciones Exteriores ruso Serguéi Lavrov pidió que “cesen de demonizar a la gente que Occidente no quiere”.
Alexander Lukashenko y Vladimir Putin deben encontrarse el viernes en Rusia.