Un adolescente de Florida será juzgado como adulto luego de presuntamente haber matado a una niña, apuñalándola 114 veces. El ataque fue tan brutal que la hoja del arma blanca se rompió y se quedó atascada en la cabeza de la víctima, dijeron las autoridades este jueves.
El joven de 14 años sospechoso de haber matado a Tristyn Bailey, una porrista de 13 años de la Academia Patriot Oaks, en el suburbio de St. Johns en Jacksonville, Forida, había sido acusado originalmente de asesinato en segundo grado.
Pero la brutalidad del crimen hizo que las autoridades buscaran un cargo más severo, por lo que el sospechoso (al que no nombramos porque es menor de edad) fue acusado formalmente de asesinato en primer grado y será juzgado en un tribunal de adultos, dijo el fiscal estatal del Séptimo Circuito Judicial, R.J. Larizza.
“No me complace acusar de asesinato en primer grado a un joven de 14 años, como si fuera adulto”, dijo Larizza a los periodistas. “Pero les puedo decir también que el equipo ejecutivo y yo revisamos todos los hechos, todas las circunstancias, la ley aplicable y no fue difícil tomar la decisión. Es una decisión triste y también una situación triste”.
La niña fue encontrada muerta en un área boscosa el 9 de mayo, según la Oficina del Sheriff del condado de St. Johns.
“Decir que fue horrible podría considerarse un eufemismo”, dijo Larizza. “En pocas palabras, la premeditación se puede inferir ciertamente de la gran cantidad de puñaladas que Tristyn Bailey tuvo que sufrir”.
De las 114 puñaladas, 49 parecían ser heridas defensivas en las manos, los brazos y la cabeza de la niña, que trató de defenderse de su atacante, dijeron las autoridades.
“Cada vez que ese brazo se impulsaba hacia atrás y cada vez que ese brazo se hundía, había premeditación”, dijo Larizza, mientras simulaba con su brazo la acción de apuñalear.
El sospechoso les había dicho a sus amigos que “tenía la intención de matar a alguien”, y el ADN de la víctima estaba en la ropa del sospechoso, según el fiscal.
“No dijo quién era, pero indicó a los testigos que iba a matar a alguien llevándolo al bosque y apuñalándolo, lo cual ciertamente coincide con los hechos de este caso”, dijo Larizza.
El sospechoso publicó una selfie en las redes sociales el 9 de mayo con los dedos en forma de signo de paz desde la parte trasera de un vehículo policial. Un representante de la Oficina del Sheriff dijo que el sospechoso tomó la foto mientras Bailey aún estaba desaparecida y que solo se lo consideraba un testigo.
“Hola chicos, alguien ha visto a Tristyn últimamente”, escribió el sospechoso en su la selfie.
Un cuchillo, que se cree que es del sospechoso, fue encontrado en un estanque cerca del cuerpo de Bailey, dijeron las autoridades. La punta de ese cuchilla “se rompió” y “fue localizada por el médico forense en el cuero cabelludo de nuestra víctima”, según Larizza.
“Es difícil escuchar todo eso”, dijo el comandante de la Oficina del Sheriff del condado de St. Johns, Howard Cole. “Apoyamos plenamente la acusación del gran jurado”.
Un abogado que figura en los registros judiciales en línea como representante del sospechoso estaba fuera de su oficina y no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios el jueves por la noche.
La familia Bailey elogió el trabajo de la Oficina del Sheriff y la oficina del fiscal de distrito por los acontecimientos del jueves, que llamaron “parte de los pasos iniciales para hacer justicia por el asesinato de Tristyn”.
“A medida que avancemos, buscaremos mantener viva la memoria de Tristyn y el espíritu de la comunidad”, dijeron.