La conclusión de un comandante venezolano tras ataque a un puesto militar que derivó en el secuestro y asesinato de un soldado

La conclusión de un comandante venezolano tras ataque a un puesto militar que derivó en el secuestro y asesinato de un soldado

Numerosos soldados venezolanos murieron en choques con grupos armados, pero también se han asesinado entre sí

 

 

 





 

Lo que está ocurriendo en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es alarmante: soldados asesinando a superiores, militares colaborando con asalto a los parques de armas, secuestros, extorsiones y apoyo a los grupos irregulares colombianos. La guerrilla mimetizándose entre grupos narcotraficantes, instalando laboratorios de drogas y custodiando pistas de aterrizaje. Y como corolario secuestrando y asesinando a militares venezolanos. Nunca antes la institución castrense parecía tan desorientada.

SEBASTIANA BARRÁEZ // INFOBAE

A mediados de mayo 2021 la Fuerza Armada venezolana dinamitó una pista de las usadas por el narcotráfico, en el municipio Catatumbo del estado Zulia, en el cual falleció un policía municipal, que después se supo estaba en el sitio cuidando la pista.

El 3 de mayo 2021, la Región de Defensa Integral (REDI) Nr. 1 occidental informa, a través del Comando de Zona de la Guardia Nacional del Zulia (CZGNB-11) de lo ocurrido en un comando de la Costa Oriental del Lago, exactamente en la 5ta Compañía del D-113, cuya sede está en la avenida Pedro Lucas Urribarrí de la población de La Rita. municipio Santa Rita, estado Zulia.

Un grupo de ocho hombres armados atacó el Parque de Armas de esa 5ta Compañía, disparó contra una patrulla de la brigada de Atención Vial, en la que impactaron más de 10 disparos; en el interior de las instalaciones destrozaron mobiliario y rompieron vidrios.

Del hecho resultó herido el SM1 José Melecio Palmar y secuestrado el S1 Degar Alexander Rodríguez Moreno, cuyo cadáver apareció después, a 400 metros del lugar en el sector 19 de Abril, municipio Santa Rita , con un disparo en la cabeza.

Los irregulares se llevaron dos Fusiles Ak-103 y una pistola marca Browling Cal. 9 mm, armamento de los militares que estaban cumpliendo servicio nocturno.

Al día siguiente, 4 de mayo, el Comando Nacional Antisecuestro (CONAS) de la Guardia Nacional, detiene al S1 Jhonathan Javier Chinchilla Arévalo, plaza de la 5TA CIA, D-113 CZGNB- 11, a quien la investigación de los cruces de llamadas revela como involucrado en el hecho que llevó a cabo una banda delictiva llamada Yeico Masacre.

El mensaje del General

La respuesta que, al asalto al comando y al asesinato del S1 Degar Rodríguez, les dio a sus subalternos el comandante general de la Guardia Nacional, MG Fabio Enrique Zavarse Pabón es que estaba extrañado por el incidente “del cual ninguno estamos exentos ante las nuevas amenazas”, agregando que las bajas se producen “en su mayoría del lado nuestro y muy pocas veces del lado contrario o enemigo”, por lo que dio varias hipótesis.

“Exceso de confianza de nuestros efectivos militares al desempeñar sus funciones, es decir, son arropados por la rutina propia de nuestros Comandos, donde a diario entran y salen personas, que en nosotros genera el cumplimiento de nuestras funciones de Policía Administrativa”.

Agregó que “aguas abajo los lineamientos y órdenes que se generan del Comando Superior no están llegando como es debido o lo ven con la misma rutina con la que se comportan”.

Destacó que “tal es el caso de las instrucciones que el sábado 01 de mayo, el viernes 30 de abril y muchas otras más donde entre otras cosas se les ha ordenado: instalar un arma colectiva, reforzar los servicios y que el personal durmiera inclusive con su armamento. Hoy nos damos cuenta el desenlace del incumplimiento de estas instrucciones, que se traducen en un efectivo asesinado y uno herido del lado nuestro y ninguno del lado enemigo”.

Se lamentó de que “pareciera que nuestro personal no entra en contexto con la realidad actual del país, las amenazas y las verdaderas intenciones que tiene el enemigo hacia la FANB, la cual está más que demostrado que radica en causarnos bajas, robar material y equipos de guerra y quebrantar la moral de nuestro personal; por lo tanto, se deduce que el personal está falto de orientación”, dijo sin asumir que la mayor responsabilidad recae en él como comandante general del componente.

Los exhortó “a que tomen sus acciones de Comando a los fines de evitar más pérdidas humanas, de armamentos, municiones o equipos en nuestras Unidades por este tipo de comportamiento. Me da pena tener que estar llamando al Comando Superior para dar la cara por otras personas que sinceramente no sé si están cumpliendo con su trabajo como en realidad lo estoy cumpliendo yo desde el nivel que me corresponde como Comandante General”.

Instruyó “orienten a su personal, extremen sus medidas de seguridad y tomen sus acciones de Comando para evitar este tipo de situaciones. No acepto a estas alturas bajas nuestras sin causarles daño al enemigo y mucho menos pérdidas de material, armamento y equipo por la inobservancia del cumplimiento de nuestras funciones. Voy con todo el peso de la Ley hacia quienes inobserven órdenes del Comando Superior que van en pro del beneficio de ustedes mismos frente a cada una de sus gestiones de Comando”, dijo finalizando con los lemas “leales siempre, traidores nunca. Lealtad y compromiso con la patria y la revolución bolivariana”.

Laboratorios de droga

La Región de Defensa Integral (REDI) Nr. 1 occidental da cuenta, a través del Comando de Zona de la Guardia Nacional del Zulia (CZGNB-11), que el 4 de mayo habían destruido ocho laboratorios para el procesamiento de clorhidrato de cocaína, que estaban ubicados en el sector la Pica El Tres del municipio Jesús María Semprún.

La comisión, que entró por tierra al lugar, estuvo al mando del Teniente Coronel Manuel Malavé Soto con dos oficiales superiores, cuatro oficiales subalternos y 41 efectivos de Tropa Profesional, adscritos a los destacamentos: D-116, los Comandos Rurales (DCR-119) y de la Unidad Regional de Inteligencia Antidrogas del Zulia (URIA-11).

Destruyeron el campamento que tenía los ocho laboratorios para procesar cocaína. “Incineración de 1.100 Kgs. de Cocaína y Pasta Base de Coca. Incineración de 4.500 litros de químicos líquidos. Incineración de 3.200 Kgs. de químicos sólidos”, reseñaron en el reporte oficial.

También aseguran haber destruido un gusano de 10 huecos, como llaman al recipiente metálico, además 8 hornos microondas que usan para el proceso de secado del clorhidrato de cocaína, una prensa hidráulica, área de secado, una balanza, 5 marquillas para identificar a qué estructura pertenece la cocaína y así garantizar la identidad del producto y un marciano, un dragón y un arturito.

Asesinato en la Armada

El 17 de mayo, antes del mediodía, en la Meseta de Mamo en Catia La Mar a poco más de 30 kilómetros de Caracas, el teniente de navío Luis Torres Gil pregunta al teniente de fragata Maikel José Sucre Oviedo y al teniente de corbeta Dionel Antonio Briceño Molina qué estaban haciendo con relación a la vacunación llevada a cabo en enfermería, la respuesta de Briceño, aunque parezca risible, es que coordinó café para el personal de sanidad naval, mientras que Sucre dijo que “aún nada”. El superior insta a Briceño a hacer algo más mientras que ordena al teniente de fragata a permanecer en el servicio hasta las 6 de la tarde.

A este último no le agradó “el castigo” y sacando su arma de reglamento le da un tiro cuando Torres Gil ya había dado la espalda, y luego lo remata en el piso con dos impactos de bala más. Así fallece el joven oficial, quien vivía en Puerto Cabello, estado Carabobo, con su esposa Rosmery Rodríguez y sus dos hijos.

Mientras en la Fuerza Armada se guarda silencio ante el hecho, compañeros del CN asesinado dejaron correr su indignación en los grupos de WhatsApp a la vez que destacaron que el oficial que lo asesinó habría presentado problemas psiquiátricos, por lo que fue dado de baja de la institución en dos oportunidades y aun así, después de hacer un curso fue reingresado a la institución castrense.