Abundan las denuncian en cuanto a los servicios públicos en Venezuela, entre ellos figuran principalmente la escasez de agua y las fallas eléctricas, así como la escasez de gasolina y gas en las comunidades.
lapatilla.com | Katerín García
Entre estos problemas, que son parte de la cotidianidad del venezolano, hay uno que en definitiva centra la tención, debido al factor pandemia que ya lleva poco más de un año en la vida de los ciudadanos en todo el territorio nacional, pues el cuidado principal para evitar la propagación del coronavirus es la higiene constante, sin embargo esto no ha sido una alarma lo suficientemente fuerte para que en los estados Caracas y Miranda escasee el agua.
Si, lamentablemente los habitantes de la capital de Venezuela y su estado vecino padecen constantemente un olvido por parte de las autoridades que se desentienden, casi en su totalidad de esta situación.
Este tema no es nuevo, en realidad, por lo tanto ha sido eslabón de críticas, incluso internacionalmente y lo asocian directamente a la dificultad referente al servicio eléctrico y por supuesto a la falta de mantenimiento en las centrales hidrológicas nacionales, estas dos precariedades van de la mano, ya que al momento de una fluctuación eléctrica las bombas de agua sufren daños y en casos comunes solo se queman; además debido a estas inconsistencias eléctricas, el suministro de bombeo -cuando hay- es cercenado automáticamente.
Distrito Capital
En Caracas las tuberías de los habitantes pueden durar hasta un mes sin recibir ni una gota de agua, con respecto a esto el Coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, Carlos Julio Rojas dijo para lapatilla.com que se debe a falta de mantenimiento a los sistemas de distribución, lo cual sustenta con que se presentan situaciones donde en una cuadra puede llegar el servicio, pero en la siguiente no. Por lo tanto manifestó que los sistemas están colapsados y además que los botes de aguas en diferentes zonas de la capital evita la llegada del líquido a los hogares, perdiendo miles y miles de litros.
Asimismo recordó una anécdota que le sucedió a la periodista Serenella Rosas, quién perdió la vida al explotar una bomba de agua, esto haciendo mención al prendido y apagado contante de estos aparatos que muchos venezolanos mantienen en sus hogares como forma de sopeso ante la escasez.
Además señaló que para hacer llegar el agua a las comunidades los vecinos -cuando pueden- pagan por cisternas (que tienen un alto costo) entre vecinos, ya que son impagables por una sola persona golpeada por la crisis económica.
Desiré Pérez, portavoz del partido Encuentro Ciudadano en la parroquia Altagracia del municipio libertador señaló que el suministro de agua solo se recibe los fines de semana, sin embargo acotó que otras zonas del eje capitalino están condenados y denunció que los programas emitidos por régimen de Nicolás Maduro referente a la distribución de cisternas desapareció destacando que es una violación de los derechos humanos.
De igual forma José Chegoyo Ochoa, presidente de Fundea, nos comentó que en la parroquia Antímano, es un tema complejo destacando que el deterioro progresivo de las instalaciones es un factor para que la llegada de aguas contaminadas sea inminente en las comunidades. De igual forma con respecto a Hidrocapital recalcó “está sufriendo un cierre técnico, por falta de recursos y de la logística necesaria para enfrentar el problema”.
Estado Miranda
En el municipio Chacao, principal en el estado Miranda, Roelvis Cáceres dirigente y activista social afirmó que el suministro es irregular y acotó que no existe un cronograma de racionamiento, lo que deja a los habitantes en ascuas sobre el servicio.
La dirigente también afirmó que en las zonas populares buscan la forma de cargar agua en “chorros comunes” y que cuando llega, no es con la fuerza necesaria para nutrir todas las tuberías del municipio. Con respecto a la implementación de las medidas para prevenir el Covid-19, Cáceres también nos indicó que la situación es crítica debido a que comprar insumos es sumamente costoso y mantener la higiene se dificulta.
De igual forma el tema con el agua mineral se vuelve de suma gravedad, ya que un botellón ronda entre los 0.50 centavos de dólar, costo imposible de mantener cada 3 o 4 días con el sueldo base establecido en Venezuela y por otro lado la proliferación de más enfermados e insectos asechan a la población.
Mientras en el municipio Baruta el Observatorio Vecinal realizó una encuesta para verificar la calidad del servicio que presta Hidrocapital para la comunidad, el cual arrojó datos totalmente negativos a pesar de la supuesta atención que reciben las asociaciones de vecinos en las llamadas “mesas técnicas de agua”.
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Ante esto el director del observatorio Omar Villalba señaló que la situación se agrava cada día siendo una violación inminente de los derechos humanos de los venezolanos, que no solo luchan contra él agravo económico y social que hay en el país, sino también deber ver como resolver su día a día con la deficiencia en los servicios públicos.
Por su parte Las Minas de Baruta tiene un servicio es totalmente irregular, donde viven una política de recortes del suministro de forma arbitrara, teniendo una sequía frecuente por más de 4 años, nos aseguró Orlando del Valle miembro de las mesas técnicas de agua de Hidrocapital.
Lo que demuestra que el municipio Baruta del estado Miranda, no se escapa de la realidad de muchos espacios en el territorio nacional.
Esto siendo una radiografía leve con respecto al tema del agua, solo deja en evidencia – una vez más – que las promesas del chavismo, ahora liderado por Nicolás Maduro no vela por la vida de los venezolanos.
