A poco más de un año de desatada la pandemia de coronavirus, la inmunidad contra el COVID-19 de las llamadas personas de riesgo desvela a las autoridades sanitarias de todo el mundo. Además de las personas mayores, aquellos que tienen enfermedades preexistentes o fueron sometidos a un trasplante de órgano figuran entre los prioritarios a la hora de recibir una vacuna para prevenir el coronavirus.
En este contexto, investigaciones recientes detectaron las personas que fueron sometidas a un trasplante de riñón tendrían mayores chances de desarrollar una respuesta más baja que la población en general a las vacunas contra el COVID-19, de acuerdo a las conclusiones a las que arribó un estudio liderado por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y del Institut d’InvestigacionsBiomèdiques August Pi iSunyer (IDIBAPS).
El estudio, que fue publicado en la revista científica American Journal of Transplantion, sostiene que el 65% de las personas que fueron trasplantadas de riñón y que recibieron la vacuna está inmunizado, ya sea vía anticuerpos o vía respuesta celular.
Los investigadores analizaron el nivel de anticuerpos y de respuesta celular en 133 receptores de riñón y 15 de riñón-páncreas dos semanas después de haber recibido la segunda dosis de la vacuna de Moderna, y detectaron que “los pacientes sin exposición previa al virus que desarrollaron respuesta de anticuerpos o celular fueron finalmente el 65%”.
Los factores asociados con la falta de respuesta a la vacuna fueron la diabetes y el tratamiento con inmunoglobulinas antilinfocitarias durante el último año, un fármaco que se usa para prevenir o tratar el rechazo del órgano, mientras que los efectos secundarios fueron similares al del resto de población.
Estudios ya publicados apuntaban que el porcentaje de pacientes que desarrollaban anticuerpos contra el coronavirus era inferior en los trasplantados que en la población general, como sucede con otras vacunas como la de la hepatitis B, pero esta es la primera vez que se ha estudiado la inmunidad celular tras la vacuna contra el COVID-19.
Los estudios sobre la respuesta inmune que generan los trasplantados ante el COVID-19 abren una nueva línea de investigación para saber con qué grado de intensidad podrán hacer frente al virus los pacientes vacunados y que no tienen inmunidad.
No es el único estudio en esta dirección. Recientemente, la revista médica JAMA publicó el paper Respuesta de anticuerpos a la serie de vacunas de ARNm de SARS-CoV-2 de 2 dosis en receptores de trasplantes de órganos sólidos. Allí, los especialistas estudiaron a 658 receptores de trasplantes que recibieron dos dosis de la vacuna de ARNm del SARS-CoV-2 y sugieren que es posible que muchos receptores de trasplantes no reciban la protección deseada tras la inoculación.
Si bien los especialistas detallan que dos dosis de una vacuna contra el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, confieren cierta protección a las personas que recibieron trasplantes de órganos sólidos, todavía no es suficiente para que puedan prescindir de máscaras, distanciamiento físico y otras medidas de seguridad.
Este es un estudio de seguimiento de uno anterior publicado en marzo en JAMA, en el que los investigadores informaron que solo el 17% de los receptores de trasplantes participantes produjeron suficientes anticuerpos después de solo una dosis de un régimen de vacuna COVID-19 de dos dosis. “Si bien hubo un aumento en aquellos con anticuerpos detectables (54% en general) después de la segunda aplicación, el número de receptores de trasplantes en nuestro segundo estudio cuyos niveles de anticuerpos alcanzaron niveles lo suficientemente altos como para evitar una infección por SARS-CoV-2 fue todavía muy por debajo de lo que normalmente se ve en personas con un sistema inmunológico saludable“, dijo el autor principal del estudio, Brian Boyarsky, residente de cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Del otro lado del globo, también dos investigaciones realizadas en los hospitales israelíes Beilinson y Sheba de Tel Hashomer registraron una disminución en la inmunidad contra el coronavirus en receptores de trasplantes de órganos, pese a haber recibido las dosis de las vacunas.
Es así que el 82% entre quienes recibieron un trasplante de pulmones no desarrolló anticuerpos en la cantidad suficiente, incluso tras haber recibido el esquema completo de vacunación.
Ruthi Rajmimov, directora del Servicio de Trasplante de Riñón del Beilinson, señaló a medios israelíes que “en el marco de un estudio con alrededor de 300 receptores de trasplantes, se encontró que alrededor del 75% de ellos no desarrollaron anticuerpos en respuesta a la vacuna”.
Una de las investigaciones analizó las respuestas humorales de 139 receptores de trasplante de riñón después de recibir ambas inyecciones de la vacuna Pfizer-BioNTech, y comparó sus resultados con un grupo de control de 25 participantes sanos.
Si bien todos los participantes del grupo de control mostraron una respuesta de anticuerpos positiva a la proteína de pico, sólo 51 de los 139 (37,5%) receptores de trasplantes de órganos tuvieron serología positiva.
En general, los niveles medios de anticuerpos “fueron significativamente más bajos” en comparación con los participantes de control, dijeron los investigadores. Los receptores de trasplantes que de hecho mostraron una serología positiva eran típicamente más jóvenes que los que no lo tenían.
De los 139 participantes del estudio, solo dos desarrollaron infecciones graves por COVID-19 después de una vacunación completa. Uno requirió hospitalización severa 12 semanas después de ser vacunado y el otro murió nueve semanas después de recibir la segunda dosis de la vacuna Pfizer.
Los investigadores recomiendan que los receptores de trasplantes de órganos reciban asesoramiento sobre su propia inmunización personal y adopten un “enfoque individual” del asunto, además de seguir practicando el distanciamiento social y otras medidas para protegerse contra las infecciones por COVID-19.