Kate Winslet exigió que su cara no tuviera ningún retoque en el cartel promocional de la serie de HBO “Mare of Easttown”, a pesar de la resistencia del equipo de publicidad.
“Ellos me decían ‘no puedes’ y yo les respondía ‘gente, sé cuantas arrugas tienen mis ojos, por favor pónganlas de nuevo'”, aseguró la actriz en una entrevista con el diario The New York Times horas antes de que se emitiera el final de la miniserie.
Winslet explicó que devolvió el cartel al departamento gráfico en dos ocasiones hasta que se aseguró de que su rostro no estuviera retocado en exceso.
Durante el rodaje también impidió que el director Craig Zobel modificara por ordenador el cuerpo de la actriz en una escena sexual.
Al parecer, en el visionado de las escenas observaron que asomaba un poco de barriga y el cineasta prometió que “mejorarían” la imagen.
“Ni se te ocurra”, fue la respuesta de Winslet.
La actriz, que ha cosechado excelentes críticas y se postula como favorita para la próxima temporada de premios, explicó al periódico que, para ajustarse lo más posible a la realidad del personaje, pidió al equipo de iluminación que consiguiera que su rostro “no se viera bien” en cámara.
“Supongo que por eso la gente ha conectado con este personaje de la manera en que lo ha hecho. Porque claramente no hay filtros”, razonó Winslet tras recordar que tiene 46 años.
“Es una mujer imperfecta y en pleno funcionamiento, con un cuerpo y un rostro propios de su edad, su vida y el lugar del que viene”, añadió.
La ganadora del Óscar a la mejor actriz por “The Reader” (2008) es la protagonista de esta serie limitada (miniserie) acerca de una detective que trata de resolver el caso de una niña desaparecida desde hace más de un año mientras intenta lidiar con sus problemas familiares y sentimentales en un pequeño pueblo en donde todos se conocen, ubicado en una zona rural de Pensilvania (EEUU)
“Mare of Easttown” ha logrado excelentes críticas y su final se ha convertido en la emisión más vista de la plataforma HBO Max, que tiene algo más de un año de antigüedad. EFE