“Es mejor colocarme algo que ponerme nada“, declaró para lapatilla José Silva, uno de los presentes en la cola de personas para vacunarse contra el coronavirus en el Hotel Alba Caracas, ubicado en pleno corazón de la capital venezolana.
Lucho Suárez y Pamela Toledo para lapatilla.com
Las dudas sobre inmunizarse fueron disipadas ante la presencia numerosa de venezolanos cansados de la pandemia. En sus caras no hubo preocupaciones políticas, sino humanas.
El Covid-19 es una amenaza colectiva, y más en un país donde no existe cola o calor incesante que detenga el deseo de sentirse inmune, o al menos eso parece.
Cerca de las 7:30 de la mañana del pasado martes 2 de junio, funcionarios a cargo de la jornada abrieron las puertas del recinto hotelero para darle paso a los caraqueños a lo que fue la cuarta jornada de vacunación contra el coronavirus.
Más de 20 puestos ocupados por trabajadores del ministerio de Salud atendieron a los caraqueños.
El primer paso, previo a la inoculación, fue llenar un registro de datos personales (cédula de identidad, dirección y número telefónico), posteriormente, el funcionario entrega el carnet de vacunación al ciudadano para acceder al siguiente paso, la inmunización.
Dentro del espacio, se vislumbraron dos áreas en las cuales se habilitaron cerca de 20 cubículos, cada uno con un médico encargado de aplicar la vacuna contra el coronavirus.
En un lado los especialistas atendían a adultos mayores, mientras que en el otro sector de la sala, los trabajadores de la salud se encargaban de la gente más joven.
Cabe destacar que el proceso transcurrió de manera rápida y directa, los caraqueños consultados tras recibir la inyección, resaltaron que la atención fue de primera por parte de los enfermeros.
Sorprendentemente para algunos, resultó una buena organización.
Tras recibir la inyección, los doctores verifican el estado de salud del vacunado y ofrecen sus recomendaciones. “No hagas mucha fuerza, no debes tomar alcohol por 72 horas. Si te duele el brazo colócate hielo” expresó el galeno a uno de los vacunados, luego le entregó un par de pastillas de acetaminofén o paracetamol.
Uno de los doctores encargados de la inmunización (quien pidió anonimato para declarar), aseguró a lapatilla que la vacuna rusa Sputnik V estaba siendo inyectada en adultos de la tercera edad, mientras que la fórmula china Vero-Cell de Sinovac, era aplicada en personas hasta los 55 años.
La vacunación no discriminó estratos sociales.
En los alrededores de la estructura se encontraban formados ciudadanos de diversas zonas de Caracas, desde Petare hasta La Pastora, aguantaron las horas a sus espaldas.
El pasado sábado 29 de mayo inició la segunda fase del plan nacional de vacunación contra el coronavirus anunciado por Nicolás Maduro, con el que pretenden inmunizar el 70% de la población hasta el mes de diciembre.