Cuando nadie lo echaba de menos. Cuando muchos lo creían cadáver u occiso, quizás. O que travestido como la ¨Mujer Calva¨ de algún circo de mala muerte, se había entregado a la trashumancia, para pasar inadvertido, Hugo Armando Carvajal Barrios, “Peck o “El Pollo”, reapareció a través de su cuenta twitter. Y sin que nadie se lo exigiera, se empeñó en la tarea de convencernos, que no goza de la protección del gobierno de España.
Primero, lo primero: Las pruebas, concretas y espesas.
“El Pollo”, funesto jefe de inteligencia del no menos funesto, Hugo Chávez, había sido liberado de la prisión preventiva decretada dentro del trámite de su extradición de España a EE. UU., mediante auto Nº 38/2019, rollo nº 20/2019, del 17 de septiembre de 2019, emanado de la Sala de lo Penal, Sección 3ª, Madrid. (https://www.poderjudicial.es/
Conjunta a tal excarcelación, la autoridad judicial no adoptó las medidas cautelares, básicas, elementales, de mínima prudencia, para prevenir la evasión del acusado lo que, a la postre, se tradujo en su fuga sin impedimento alguno.
Al hacerse público el auto Nº 38/2019 de la Sección 3ª que negó la extradición de Carvajal, el cronista, entre otros, armamos pataleta a través de las redes sociales. Grosera, pestilente, coludida, contraria a la normativa de enjuiciamiento criminal, aplicable, la ley española de extradición pasiva, a los Tratados de Extradición EE. UU./Unión Europea y EE. UU/España, fueron los calificativos más menudos que dedicamos a la citada sentencia. Dos meses después, el Pleno de la Audiencia Nacional de España, corroboró que nuestras expresiones habían sido comedidas, más bien, al anular el fallo liberatorio. Pero ¡oh, casualidades! cuando la anulación o revocación era inminente, se “filtró” la información, se hizo vox populi, en específico, el viernes 15 de noviembre de 2019 y no fue sino hasta tres días después, el lunes, 18 del mismo mes, que los magistrados a cargo, firmaron y sellaron, el fallo correspondiente. Pero lo dicho. Al solicitado en extradición no le había sido impuesta medida cautelar alguna, pese al peligro de fuga que representaba la gravedad de los crímenes que se le imputan. Los jueces de la Sección 3ª estaban obligados a tener en cuenta que por el juicio que le siguen, en EE. UU., Carvajal, enfrenta penas que oscilan entre los diez años de prisión y cadena perpetua (Auto del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, del 15 de abril de 2019, caso S1 11 Cr. 250, AKH). Conspirar para introducir a EE. UU., desde Venezuela, con escala en México, cinco y media toneladas de cocaína es delito que se castiga con severidad. Total que, cuando los escuadrones policiales se presentaron a la residencia madrileña del extraditable para capturarlo, éste, tenía más de 72 horas que había tomado las de Villadiego.
En España, la declaratoria de determinado juicio como herramienta de persecución política es atribución del Poder Ejecutivo. Pero la Sala 3ª en su afán de favorecer al imputado había usurpado esa atribución al descalificar, por tal motivo, el proceso contra Carvajal seguido en EE. UU. La Sala 3ª, además, había negado la extradición socapa que la petición correspondiente, no especificaba o detallaba las conductas ilícitas atribuidas al “Pollo”. Basta leer el fallo revocatorio, del Pleno de la Audiencia Nacional (18 de noviembre de 2019) (https://www.poderjudicial.es/
https://www.justice.gov/usao-
Improbable, por no decir imposible, que con las modernisimas herramientas de rastreo y triangulación de pistas telefónicas; de datas de la Internet, de trazas de banca, tarjetas de crédito, de servicios en general; con el auxilio de potentes equipos de reconocedores faciales, dactilares, oculares, de voz, desde satélites, incluso, que prófugos como Carvajal, perseguido por las autoridades de EE. UU y con jugosa recompensa de US $ 10 millones por su captura, lleve vida medianamente normal -contactos, con familiares, amigotes, abogados, socios- sin ser detectado y aprehendido, con relativa facilidad. Mandarlo, al otro mundo tampoco era, ni es opción para el gobierno de España. Algunos arreglos, post mortem, tendrá formalizados, “El Pollo” o “Peck”, para que en tal escenario afloren videos, audios, rutas de dinero sucio, en su posesión, producto de la impúdica la corrupción entre próceres del socialismo “obrero” de España y los patoteros, de la narcosatrapía que tiene secuestrada Venezuela. El encubrimiento recíproco habría surgido como opción más plausible. La lenidad de las autoridades del gobierno de España, tribunales incluidos, con Carvajal, ha ido de la mano, de la protección del prófugo en algún escondrijo, VIP, enclavado en España. Secuestrado de lujo o huésped de honor, del gobierno Sánchez-Castejón. Las denominaciones, lo de menos, lo de más son las acciones.
Tal quid pro quo de impunidad debe cesar. Que se juzgue a Carvajal, aquí o allá, en EE. UU. o en España, en su defecto. Pero que se le juzgue, caiga quien caiga, con apego al debido proceso. Aut dedere aut judicare, sin dejar de lado a ningún felón, de ambos lados del Atlántico.
Los venezolanos, pero también, los españoles, estadounidenses, la pizca de decencia que aún quede en el Planeta, reclaman ver y oír las pruebas incriminatorias que posee el prófugo que, tanto atemorizan al gobierno del señor Sánchez Castejón. Que Carvajal, cante los turbios negociados durante los mandatos de Hugo Chávez y Rodriguez Zapatero. Que cante los detalles de la frustrada venta de aviones C-295 de EADS-CASA a la Fuerza Aérea venezolana. Que cante, los pormenores de las operaciones de blanqueo de capitales de Raúl Morodo, compinche y embajador del último de los nombrados, en Venezuela. Que cante como tenorino, aunque sea, el affaire, “Navantia”, con pago de comisión ilícita, por la bicoca de 42 millones de euros, en venta de gobierno a gobierno de ocho lanchas patrulleras. Quizás, las delaciones del “Pollo” no degüellen todos pescuezos del PSOE, de España y ni del PSUV, de Venezuela, que bien se lo merecen. Pero, muerto Chávez, con que se lleven por delante, al mamporrero de Zapatero, nos daremos por bien servidos.
@omarestacio