Un estudio intentó comprender la capacidad de los perros para interactuar con los humanos desde su nacimiento y comprobó que a las ocho semanas, cuando el tiempo que los cachorros pasan con las personas es mínimo, pueden establecer algún tipo de comunicación gracias al entendimiento del lenguaje corporal y de los gestos.
La investigación, cuyos resultados fueron publicados este jueves 3 de junio en Current Biology, estuvo a cargo de Emily Bray, investigadora asociada posdoctoral en el Centro de Cognición Canina de la Universidad de Arizona (EE.UU.), quien junto con su equipo analizó 375 animales de la organización de perros de servicio Canine Companions, de California.
Respecto de la capacidad de comprensión de los cachorros, la especialista aún planteó varias preguntas: “¿Es porque a lo largo de la domesticación se han seleccionado este tipo de habilidades y los perros ahora están preparados para ser receptivos a nuestra comunicación poco después del nacimiento? […] ¿o la adquisición de estas habilidades realmente depende del aprendizaje y de las experiencias que los perros acumulan a lo largo de sus vidas, dado que crecen tan cerca de nosotros los humanos?”.
Las pruebas
Durante el estudio, a los cachorros les hicieron distintas pruebas, como colocar dos recipientes con la boca hacia abajo, uno de los cuales ocultaba una golosina. En un momento, el investigador llamaba al animal con voz aguda y señalaba hacia donde estaba la comida. Algunos de los perros, entonces, iban directo hacia ese lugar, golpeaban el recipiente y comían la golosina.
“Desde temprana edad los perros muestran habilidades sociales similares a las humanas”, comentó Bray, quien agregó que los cachorros “aún antes de tener mucha experiencia con las personas” pueden “corresponder la mirada humana” y “usar la información de los humanos en un contexto social”, como las señales para hallar comida escondida.
Evolución genética
De acuerdo con el equipo de investigación, la genética podría ser responsable de más de un 40 % de la variación de la capacidad de un perro para seguir las indicaciones. En ese sentido, Bray destacó que los descubrimientos “son la primera evidencia directa de que una gran proporción de la variación en la cognición social del perro es hereditaria y, por lo tanto, tiene una sólida base genética”.
“Si hubiera una variación hereditaria similar en las poblaciones de lobos que dieron origen a los perros (hace miles de años), estas habilidades comunicativas sociales habrían tenido un gran potencial para someterse a una selección rápida”, agregó.
Tras comprobar la presencia de este componente hereditario en las habilidades de comunicación, el siguiente paso es el de tratar de “identificar algunos de los genes específicos que contribuyen a estos comportamientos” y que determinarían su capacidad de interacción con los humanos.
1 Dogs are known for their ability to cooperate with humans and read our social cues. But are these skills biologically prepared? To find out, we tested 375 puppies at 8.5 weeks on 4 social cognition tasks (task descriptions: https://t.co/aETequNBce) #AnimBehav2021 #Cognition pic.twitter.com/7vN2lp82Dp
— Emily Bray (@DrEmilyBray) January 27, 2021