En negociaciones de alto nivel como las que actualmente necesita Venezuela se debe construir un “clima favorable” que parte de la construcción de confianza, afirman analistas.
Por Carolina Alcalde / vozdeamerica.com
Pero, ¿cuáles son las características necesarias para construir ese clima? Básicamente son tres elementos que explica a la VOA Enderson Sequera, politólogo y director estratégico de la plataforma Politiks.
En primer lugar, ambas partes deben hacer concesiones unilaterales que sean evaluadas como “significativas” por la otra parte, sostiene.
“En el caso del chavismo, ha dado algunos gestos con el tema de los 6 de Citgo, con el Programa Mundial de Alimentos y en última instancia con la designación del CNE. En el caso de Guaidó, ha dado algunos pasos importantes, transformando un poco la retórica maximalista de Maduro vete ya o del cese de la usurpación, pasando a la presión por elecciones libres”, explica Sequera.
La segunda condición debe ser que ambas partes se comprometan a bajar la “diplomacia de micrófono” y el tono de la retórica, además de permitirle a los mediadores, en este caso Noruega, que construya la agenda. Algo que, para el analista, se ha dado de parte “del interinato”, pero no por parte de Maduro.
En tercer lugar, la comunidad internacional debe comprometerse a “ser garante de un acuerdo”, pues “de nada vale un proceso largo de negociación, que se firme un determinado documento si no hay actores externos que puedan asegurar su implementación”.
¿Diálogo público?
El presidente Nicolás Maduro aseguró esta semana que una de sus condiciones para sentarse en una mesa de diálogo es que el proceso sea un acto público “con cámara, periodistas, transparencia informativa y foto pública”.
Al respecto, Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por decenas de países, afirmó que “una negociación de micrófono no es una negociación” y le resta seriedad al proceso.
Consultado por VOA sobre por qué Maduro muestra interés en que haya “transparencia”, Sequera estima que “está interesado en provocar y dividir a la oposición”.
Añade que corresponde a los mediadores presionar a las partes del chavismo a “que le bajen dos” a la diplomacia de micrófono y considera que, si el gobierno de Maduro insiste en los comentarios “provocadores”, llevaría a pensar que no está interesado en negociar “absolutamente nada que ponga en riesgo su permanencia en el poder”.
¿Puntos viables?
Otros de los puntos planteados por Maduro son el “levantamiento inmediato” de las sanciones internacionales, el reconocimiento los cinco poderes públicos del país, así como la “devolución inmediata de las cuentas bancarias” y activos venezolanos, como Citgo y Monómeros.
En tanto, Guaidó ha propuesto un “levantamiento progresivo de sanciones, condicionado al cumplimiento” de objetivos planteados, entre ellos la convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias “libres y justas”.
En ese sentido, Sequera considera que responde a una “clásica técnica de negociación”, en la que se empiezan presentando demandas “muy altas”, pero sabe que en el proceso de negociaciones tiene que “ir cediendo algunas cosas y se puede quedar con lo que realmente necesita”.
“Yo creo que lo que realmente necesita el chavismo para lograr sus objetivos políticos es que se levanten las sanciones sobre el diésel, sobre la gasolina. El chavismo sabe que no existe la posibilidad de que se levanten las sanciones personales a menos que haga una gran concesión que pueda llegar a poner en riesgo su permanencia en el poder”, detalla.
¿Otros elementos para que no haya fracaso?
Sequera resalta que está probado por los institutos de paz que cuando se incluyen mujeres en las negociaciones, los acuerdos “suelen ser un poco más viables y suelen durar incluso hasta 15 años”.
“En negociaciones anteriores, los 25 representantes de la oposición, todos eran hombres. Incluir mayor representatividad en las delegaciones, escoger bien el tiempo de la negociación, pero al final todo pasa por la verdadera disposición del régimen en el poder de negociar”, insiste.
“Si esta vez existe algún grupo dentro del chavismo que entienda que se tiene que insertar en el marco internacional y que necesita recursos para la supervivencia del chavismo, pudiese ser que estuviésemos en presencia de una negociación que pudiese llegar a buen puerto”, manifiesta el politólogo.
Sin embargo, en este momento, Sequera no avizora elementos que lleven un proceso de dialogo a buen puerto pues, a su juicio, el chavismo no tiene los incentivos para negociar un acuerdo que ponga en riesgo su permanencia en el poder.