Con su vacuna puesta, Gillian Ford pudo dejar atrás Dublín y su lluvia para disfrutar del sol en España, país que antes de la pandemia era el segundo destino turístico mundial y este lunes abrió sus puertas a todos los turistas inmunizados.
“Es nuestro lugar favorito para las vacaciones. No venimos desde febrero de 2020”, dice junto a su marido Edward esta mujer septuagenaria recién llegada al aeropuerto de Málaga.
“Nos gusta España, su sol, su comida. Allí (en Irlanda) estuvimos en casa con mal tiempo, siempre lloviendo, sin poder ir a pubs ni restaurantes. ¡Pero sólo se vive una vez!”, añade antes de irse a las playas de Marbella.
Con la esperanza de relanzar un sector fundamental para su economía, y devastado por la pandemia, España reabrió este lunes sus fronteras a todas las personas vacunadas desde hace al menos 14 días, vengan del país que vengan.
En otra decisión para impulsar el turismo, los europeos no vacunados, que ya podían venir pero presentando una prueba PCR negativa realizada 72 horas antes, podrán ahora ingresar con un test de antígenos, bastante más barato.
Este relajamiento de las restricciones tiene una salvedad de peso: España sigue siendo considerada de riesgo por el Reino Unido, lo que implica que este último país impone una cuarentena a sus ciudadanos al volver, lo que desalienta su venida a las playas españolas.
– “Poco a poco la vida vuelve a la normalidad” –
Para los profesionales del sector, este lunes debe marcar en cualquier caso el retorno de los turistas extranjeros, luego de que las llegadas se desplomaran un 77% en 2020, un año después de haber albergado a 83,5 millones de visitantes.
“Estuvimos hablando con los turoperadores de Gran Bretaña, Francia y Alemania, que son los tres primeros mercados (para España), y hay una gran demanda de información” sobre la situación española, dijo a AFP José Luis Prieto, presidente de la Unión de Agencias de Viaje (Unav).
Este lunes, una multitud de turistas de Alemania, Irlanda o Bélgica aterrizaron en Málaga, el aeropuerto más importante de Andalucía (sur).
Rhodri Evans, profesor galés de 28 años residente en Berlín, vino para juntarse con su novia en Granada, otra ciudad andaluza.
“Me siento un poco privilegiado”, dice mostrando su certificado de vacunación. “Poco a poco la vida vuelve a la normalidad. Es un momento de descanso en nuestra vida”.
También se alegraba en el aeropuerto de Barcelona (noreste) Luigi Bagerini, turista italiano que reservó el primer avión para “venir a pasar una semana” en España.
“Hoy sí ha empezado a arrancar la temporada, tengo muchos franceses”, se congratuló Jacqueline Osborne, responsable del restaurante Los 3 Pepes en la playa de Marbella (Andalucía).
– El “palo” británico –
Considerado por la ministra de Sanidad Carolina Darias como “un palo” para España, Reino Unido decidió la semana pasada mantener a España en su lista de países de riesgo, lo que obliga a sus ciudadanos al regresar a pagarse test PCR y observar una cuarentena de al menos cinco días.
Desde el 24 de mayo, España levantó la exigencia a los británicos, primer contingente de visitantes extranjeros en tiempos normales (18 millones en 2019), de mostrar una PCR negativa para entrar al país. Un requisito que tampoco tienen personas que llegan de China o Japón.
“No entendemos por qué” Reino Unido no introdujo en su lista verde de zonas seguras a regiones turísticas como Baleares o Canarias, donde la tasa de incidencia del virus es baja, expresó el viernes la ministra de Turismo, Reyes Maroto.
El gobierno británico no revisará su decisión hasta dentro de tres semanas, lo que implicará que junio puede ser un mes perdido para el turismo británico, poniendo en duda el objetivo del ejecutivo español de recibir este año 45 millones de turistas.
Entre enero y abril, España registró solo 1,8 millones de turistas extranjeros, según cifras oficiales.
En medio de esta incertidumbre, el turoperador TUI, número uno a nivel mundial, anuló todos sus vuelos a España hasta el 13 de junio.
Muy dependiente del turismo, la española fue en 2020 una de las economías occidentales más golpeadas por la pandemia, con una caída del 10,8% de su PIB.
AFP