El próximo 1 de julio, menos de un mes después del nacimiento de su hija Lilibet Diana, el príncipe Harry viajará de nuevo a Inglaterra para asistir a la inauguración de una estatua en honor a su fallecida madre, la princesa Diana, en el palacio de Kensington.
Por Quién
Se trata de una cita que lleva tiempo fijada en su agenda y, al parecer, su abuela quiere aprovechar la ocasión para acercar posturas con el que siempre se rumoró, era su nieto favorito, organizando un lunch para dos en el castillo de Windsor cuyo fin es lograr una “reconexión” con Harry.
Según la información a la que tuvo acceso el periódico Daily Mail, la invitación se habría dado antes del nacimiento de la nueva bisnieta de Isabel II el pasado 4 de junio y no tendría nada que ver con la decisión de Harry y Meghan de nombrar Lilibet a su pequeña en honor a la monarca, que siempre ha utilizado ese apodo en la intimidad.
La reunión entre abuela y nieto supondría un gesto muy “generoso” por parte de Isabel II y una oportunidad única para que hablen de “sus cosas”.
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